Al cuarto día de confinamiento tenemos más que claro que la canción de este arresto domiciliario es, y no puede ser de otra forma, Resistiré del Dúo Dinámico. No hay radio, televisión ni balcón que, en los últimos cuatro días, no la haya pinchado.
Pero como estas páginas tratan de deporte, toca buscar una banda sonora para estas semanas de ayuno en la que no tenemos ni un triste partido, de ninguna modalidad, que llevarnos a la boca.
No podemos salir a la calle a correr, ni coger la bici de carretera o montaña, ni la raqueta ni buscar una piscina climatizada. Pero se puede practicar deporte en casa.
Ahí radica la feliz iniciativa de Logroño Deporte que ha decidido compartir su programa #EntrenaEnCasa, compuesto de rutinas deportivas aptas para niños, adultos y mayores.
Estas clases on line de Logroño Deporte, compuestas de tres vídeos, están ya disponibles para todos los logroñeses en logronodeporte.es.
Estas rutinas, como aquellas practicadas con mancuernas o bicicletas estáticas, necesitan canciones deportivas que a continuación se les proponen.
Ahora que se ha suspendido la Lieja-Bastoña-Lieja y la clásica del Infierno del Norte, la París-Roubaix, podemos seguir haciendo ciclismo desde el salón de casa. Podemos hacerlo de la mano de Parquesur, cuyo Lance Armstrong, es venenosa. Dopaje puro.
Si añoran a Pantani pueden ponerse Tradimento e Perdono, de Antonello Venditti. La canción vale doble. Sirve para homenajear al Pirata, héroe trágico del ciclismo, y al gran capitán de la Roma, Agostino di Bartolomei, que se suicidió el 30 de mayo de 1994 justo 10 años después después de que la Roma, su equipo y el mío, perdiese en el Olímpico la final de la Copa de Europa a penales con el Liverpool.
Las siguientes propuestas me las hace llegar Pedro Roberto Jiménez (Logroño, 1979). El tipo que más sabe de música de toda La Rioja. Él como nosotros está en casa, su hábitat natural ya que desde hace años practica el teletrabajo.
De ciclismo sugiere los raps de Bemancio, disponibles en Youtube, Walking Indurain de Fred Poulet y, por supuesto, Tour de France, de Kraftwerk. Amén.
Jugar al tenis no podemos hacerlo entre cuatro paredes pero sí se puede escuchar The French Open, de los ingleses Foals que, por cierto, nos enseñan a lavarnos las manos en Wash Off.
No hay deporte más cinematográfico que el boxeo y por eso sólo Bob Dylan, con Hurricane, está a la altura de este reto. 8 minutos y medio de gloria para Rubin ‘Hurricane’ Carter, púgil del peso medio de mediados de los sesenta.
El fútbol americano tiene muchos adeptos pero la temporada ya ha concluido y no nos estamos perdiendo nada. Eso sí, los Brive By Truckers, que quizás no puedan tocar en Vitoria, decican The three Alabama icons a George Wallace, adelantado a Trump en su tiempo, Ronnie Van Zant, frontrunner de Lynyrd Skynyrd, y Bear Brynt entrenador sin igual de la Universidad de Alabama.
En básquet, los Red Hot Chili Peppers, nos acercaros al mito Magic Johnson (L.A. Lakers fast break makers, Kinds of the court shake and bake all takers principia su letra, ésta la tenía en mi lista), el deportista que más marcó a mi generación. No sólo por su arte sino por su confesión de que padecía sida, la madre de todas las pandemias. El otro mito actual del básquet es Kobe Bryant, homenajeado en vida por Lil Wayne.
Y ahora, prepárense porque de fútbol se van a hartar. El deporte rey tiene canciones para escuchar en bucle (como ahora Radio 3, la emisora que pone la banda sonora de nuestras vidas).
Comenzamos. Son todo temazos: Maradona de Calamaro y Santa Maradona de Mano Negra, A Copa do Mundo (è nossa) de Vinicius de Morais, La marcha del golazo solitario de Los Fabulosos Cadillacs, Qué manera de sufrir, de Sabina, Kubala, de Serrat, Athletic de Distorsión. ¿Necesitan más? Ya veremos.
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