Victoria con sabor a salvación
El Calzados Robusta se apuntó en la prórroga (83-77) su octavo triunfo liguero ante un Marín que fue siempre por detrás en el marcador. Kupsas, descomunal con 17 puntos, todos decisivos, fue determinante para los riojanos que superaron, con mucho sufrimiento a un rival directo por la salvación que se queda a dos victorias de los riojanos, más la extra del basketaverage.
El partido arrancó con una muy mala noticia, la acumulación de dos faltas personales de Kupsas en apenas un minuto, pero concluyó con una canasta sobre la bocina de Birgander, muy activo en los dos aros hasta el punto que sus seis puntos permitieron al Calzados Robusta mantener a raya a un Marín siempre a remolque.
El conjunto riojano prosiguió con sus buenos minutos de juego en la segunda mitad. Birgander, vigilado por Adón (protagonizó tres faltas en apenas cinco minutos), perdió su inspiración pero el Clavijo encontró a Bravo que calentó la muñeca para anotar ocho puntos consecutivos (el catalán anduvo listo hasta para parar contraataques) y dar la máxima renta a los locales (33-22).
El partido se ponía de cara para los riojanos, inspirados en ataque e intensos en defensa para frenar a un Marín desenfocado. Pero tres malas decisiones en ataque menguaron la ventaja logroñesa (33-28). Sin embargo, la reacción gallega se acabó y el Robusta se fue al descanso sin sufrir más daños. No era un paseo pero no se cedía el timón.
El tercer período empezó de la mejor forma posible con una entrada de Norris y un triple de Pressley pero Miso, con cinco puntos, de nuevo obligó al Clavijo a echar el freno. Hasta que el Calzados Robusta volvió a correr para ponerse de nuevo nueve arriba (45-36).
El Marín perdió el punto de mira pero dos decisiones controvertidas –falta en ataque de Pressley y otra en defensa de Kupsas, la tercera de ambos- neutralizaron el despegue definitivo. Eso sí los gallegos no amenazaban la seguridad del Calzados Robusta ya que Kupsas, devastador, minimizó el aporte ofensivo de Cain. El atrevimiento de Pressley y la intimidación del lituano permitieron que el Clavijo se fuera diez arriba (52-42), un mundo en un partido de estrecheces.
Pero el Marín, haciendo la goma, se puso a cuatro, lo que auguraba un último período de infarto. Aunque los riojanos se volvieron a ir en el marcador, el correcalles en el que el Clavijo y Marín digirieron los últimos minutos penalizó los intereses del equipo de Antonio Pérez. Siempre fueron por delante, pero error tras error desde el triple, alimentaron las esperanzas gallegas.
La eliminación de Birgander se compensó con la de Cain en un partido que llegó con empate a 65 a sus dos últimos minutos. Una innecesaria falta de Kupsas dio la iniciativa, por vez primera en el partido, al Marín que fue incapaz de rematar al Clavijo (67-67 al término de los cuarenta minutos).
La prórroga comenzó con un triple de Quique Garrido y continuó con otro de Bonifant, (73-67) lo que aclaró la victoria logroñesa pese a que el Marín, don erre que erre, no se descolgó. Pero no tuvo fuerza suficiente para parar a Kupsas que, con cuatro puntos consecutivos y una intimidación decisiva, tuvo una contribución decisiva para lograr la octava victoria liguera, con valor doble al ser ante un rival directo.






