UNIR recupera en Logroño la tradición convivial de las primeras universidades
Efe / Logroño
El V Congreso Internacional de Tecnologías Emergentes y Sociedad (CITES) recupera «la tradición convivial que estaba tan presente en los primeros siglos de la vida de las universidades», afirmó el rector de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), José María Vázquez, en el acto inaugural de este evento que reúne a 300 profesores procedentes, entre otros lugares, de la red hispano colombiana de investigación, así como de otros países de Latinoamérica.
En la inauguración, Vázquez explicó que, en esos primeros tiempos de la educación universitaria, todo contribuía a que los profesores tuvieran «un fuerte espíritu corporativo y fueran muy conscientes de pertenecer a una entidad bien peculiar».
Destacó que «el hecho de que la mayoría de los profesores de la UNIR no trabajen físicamente en un edificio de la universidad, sino desde sus domicilios» permite que este centro «pueda contar con muchos docentes sin necesidad de que tengan que cambiar de ciudad y abandonar tareas profesionales». Señaló que esto tiene como inconveniente «la falta de contacto directo con los colegas», categoría en la que incluye a las autoridades académicas, que lo son «en el sentido estricto del término», miembros del mismo órgano colegial.
El rector relató que «una de las notas que distingue al verdadero universitario es la convicción de que el diálogo» es un medio, junto al estudio y la reflexión, «para alcanzar nuevas verdades y expresar mejor verdades que ya se habían alcanzado».
Recordó que la principal tarea de los profesores universitarios es «formar bien a los estudiantes» e incidió en la importancia de transmitir las ideas y los modos de expresarlas de «los grandes maestros que hicieron aportaciones relevantes».
Vázquez subrayó que «no se puede perder de vista que uno de los efectos perversos de la formación académica basada en la productividad científica es la proliferación de trabajos realmente prescindibles que, en realidad, no aportan casi nada o nada».
«Hay muchos egresados universitarios que distan de ser personas cultas; evidentemente, la culpa de este sinsentido no es principalmente nuestra», afirmó el rector, quien añadió que es de «los poderes públicos y la sociedad en general, que anteponen a los fundamentales saberes sobre el hombre y su vida, otros conocimientos más productivos en términos económicos».






