Un punto de Champions
El Logroño obró el milagro arañando un punto (28-28) al intratable Barça que, en el Palacio, lució su versión más acomodaticia. Los riojanos hicieron el pasillo pero sólo en los instantes previos. Después, ofrecieron su mejor noche para sumar un empate que les permite soñar con el subcampeonato, el otro título en juego en una Asobal que, por noveno año consecutivo, ha premiado al Barça.
Javier Muñoz, Ilic y Balenciaga, que se retiró lesionado, pusieron en jaque a un Barça que sólo piensa en la Liga de Campeones. El título, en la Copa del Rey, se da por hecho pese a que anoche no brilló como equipo.
El Logroño disfrutó de una media hora sensacional para domesticar a un Barça que tardó en entrar en juego. La eficacia riojana contrastaba con los problemas del conjunto culé para superar la defensa riojana. Y cuando la superaron, se toparon con Sergey Hernández, los postes o la falta de puntería. El equipo de Miguel Ángel Velasco funcionó la perfección en la primera mitad, con buenas circulaciones en estático y, a la contra, con la velocidad y la determinación de Ilic, el mejor en los primeros parciales.
Pese a las buenas prestaciones riojanas, el Barça se acabó metiendo en el partido, forzando la igualada a diez en el minuto 20. Velasco paró el partido. La bronca surtió efecto ya que el Logroño recuperó sus prestaciones defensivas -recibió dos goles en los últimos diez minutos y eso que recibió dos exclusiones de Sánchez-Migallón, todo un especialista defensivo- y puso tierra de por medio con el Barça, que sufrió la movilidad de Balenciaga, que superó con cintura la muralla azulgrana. El Logroño, al descanso, se fue cinco goles arriba, un tesoro ante un campeón de liga que, pese a tirar de fondo de armario, no supo frenar la intensidad local ni el acierto de los Ilic, Balenciaga Javi Muñoz y compañía.
Pese a que Mem inició la operación remontada, el Barça no encontró continuidad, desaprovechando el primer parcial (18-13) al tiempo que Sergey Hernández seguía agigantándose. Pero a la que la defensa del Barça se asentó, el Logroño se olvidó de anotar y el conjunto de Xavi Pascual comenzó a acercarse, entrando en los últimos veinte minutos con dos goles de ventaja (19-17). Mem sacóel brazo a pasear y los riojanos empezaron a temblar. El colchón, en apenas cinco minutos, se esfumó, lo que obligó a Velasco a llamar al orden. Al rescate salió Javi Muñoz que, con tres goles consecutivos, aplazó el sorpasso inevitable.
Porque el Barça encontró la elasticidad y potencia de Nem y los cules, de nuevo, se pusieron a uno (24-23), con diez minutos de agonía por delante. Dos penetraciones de Palmarsson forzaron la igualada (25-25) y el partido entró en un intercambio de golpes que penalizó al Logroño que, sin tanto fondo de armario, se vio contra las cuerdas. A falta de cinco minutos, los de Xavi Pascual se pusieron por delante (26-27) pero Ilic y Balenciaga no se rindieron.
Javi Muñoz tuvo el gol de la victoria pero se le fue el punto de mira y, en la última acción, con 22 segundos por planificar, el Barça preparó su jugada maestra. Le salió una pifia, regalando seis segundos al Logroño que no supo aprovechar. Pero en los 59 minutos y 54 segundos restantes obró un milagro. Nadie en la presente temporada había restado un punto al Barça. El Logroño, sí.






