Un magro consuelo
La FEB, con el propósito de que los equipos compitiesen hasta el final y evitar partidos decididos de antemano, optó por cambiar el sistema de competición, dando más emoción a la liga, tanto por el ascenso como por el descenso, pero privando al aficionado de referencias concretas.
El Rioja Vega, pese a ganar el pasado sábado al Baskonia, concluyó la primera fase de la LEB Plata en la séptima plaza, posición que le condena a pelear por la permanencia.
En el grupo oeste, le acompañan en la lucha por aferrarse a la LEB Plata el Baskonia, Gijón, Tormes, Extremadura y Ávila. Estos seis equipos se juntan con los seis peores clasificados del grupo este, con los que el Clavijo jugará una nueva liguilla a doble partido. Los nuevos rivales son Morón, Albacete, Menorca, Torrons Vicens, Vic y La Roda. De estos doce equipos saldrán los seis clubes que descenderán a EBA.
Pese a protagonizar hasta la última jornada la lucha por meterse en la fase de ascenso, el esfuerzo del Rioja Vega no ha sido en vano ya que los triunfos acumulados por el equipo de Jenaro Díaz antes sus compañeros en la fase de permanencia computan en la segunda fase.
Así, el Clavijo resolvió a su favor los dos partidos celebrados ante el Ávila y el Tornes, ganando uno partido a Extremadura, Gijón y Baskonia.
Los riojanos, pues, entran en la segunda fase con 7 victorias, el mejor balance de los doce equipos que pelean por evitar el descenso.
Con 7 triunfos figura también el Morón, su primer rival en la nueva liguilla, mientras que con 6 victorias han pasado Albacete, Gijón y Menorca. Con cinco entran en la segunda fase Extremadura, Torrons Vicens y Baskonia mientras que con 4 pasa el Ávila. Con tres se quedan Vic, La Roda y Tormes.
De esta forma, a los riojanos les puede bastar con sumar cinco victorias más para asegurarse la permanencia en una LEBPlata cuyo formato asegura competitividad hasta el final a riesgo de desorientar a propios y extraños.






