UGT seguirá con la movilización para recuperar derechos perdidos
Feli Agustín / Logroño
En un recorrido que les lleva mensualmente a distintos puntos del Estado, la Ejecutiva Confederal de UGT ha estado este martes en Logroño, donde ha mantenido encuentros, tanto con afiliados como con la dirección de la Federación de Empresarios (FER), con quien ha abordado, de manera prioritaria, la negociación colectiva. Al respecto, el secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, prevé un acuerdo inminente con la patronal en materia salarial que, al parecer, contempla «un salto cualitativo sobre lo perdido en los últimos años», con una subida anual de en torno al 2 %, más un 1 % adicional variable, y un salario mínimo en convenio de 1.000 euros en 14 pagas.
«Será un acuerdo de envergadura», ha avanzado Álvarez quien ha informado de que, por primera vez en la historia de su organización, se someterán los términos del mismo a consulta entre sus afiliados, tanto vía telemática como presencial.
Esta iniciativa supone, en opinión del líder de UGT, «un nuevo paso» para acercar la dirección a afiliados y delegados, en un recorrido hacia un nuevo sindicalismo. «El siglo XXI obliga a más diálogo y a argumentar más las decisiones», ha reflexionado Álvarez, quien estima que la apertura de un nuevo espacio de relaciones sea la «clave» para profundizar los vínculos entre el sindicato y sus afiliados.
Movilización
Lo que desde UGT no parece que tenga intención de cambiar es su forma de actuar ante el nuevo Gobierno de España y, porque nadie les «ha regalado nada», la movilización seguirá siendo «un instrumento fundamental» para recuperar los derechos perdidos. Aún así, el secretario general de UGT es partidario de dar tiempo al Ejecutivo de Pedro Sánchez, a quien exigen, entre otras cuestiones, que aborde dos asuntos fundamentales: una nueva normativa laboral y la reforma de pensiones, que consideran como irrenunciable.
Sobre esta base, el sindicato reivindicará al Gobierno que regule la subcontratación o los despidos colectivos, derogue la reforma laboral «que no aporta nada positivo», y se camine hacia mayor estabilidad laboral, salarios justos y competitivos y una manera de producción «que mire más al centro de Europa que al sur de España».
Pensiones, contador a cero
Una de las principales reivindicaciones de UGT hacia el Gobierno socialista será la reforma de las pensiones, que ha de derogar la norma de 2013.
«Hay que poner el contador a cero», opina Pepe Álvarez, que considera irrenunciable que las pensiones crezcan como el coste de la vida, incluyan cláusula de revisión y se elimine el factor de sostenibilidad, elemento que «lo único que va a generar es una rebaja».
Al respecto, piensa que hay margen para que no se recorten las pensiones en un país que destina el 10% del PIB a este capítulo, por debajo de Alemania, Francia e Italia.






