Tiempo de héroes
Feli Agustín / Logroño
Corren tiempos difíciles, tiempos de desconcierto y temor; de confinamiento y muerte; y también tiempos de valentía y solidaridad.
Todas las tardes, millones de españoles aplaudimos a quienes trabajan hasta la extenuación por sanar a los que han caído enfermos; millones de españoles mantenemos un confinamiento bordeando la clausura para evitar extender una pandemia que se ha mostrado letal;y millones de españoles -los que aún podemos- seguimos trabajando, intentado dar lo mejor de nosotros mismos con la creencia de que lo hacemos por un objetivo mayor.
Pero otros van más allá. Muchas empresas, de Arnedo a Ezcaray, han virado el rumbo y han dejado de fabricar zapatos y butacas para ‘coser’ batas o delantales sanitarios; la Universidad de La Rioja coordina un proyecto donde 300 impresoras 3D -la gran mayoría pertenecientes a particulares- fabrican material con destino al hospital San Pedro; y hay quien ha donado a la sanidad riojana 600.000 euros.
Pero hay quien, tal vez haciendo un esfuerzo mayor, se ha desprendido de 50 euros para ayudar a vencer al coronavirus; hay quien ha descubierto el género epistolar para escribir cartas a las personas que permanecen postradas y solas en la cama de un hospital; y hay quien se ha puesto manos a la obras y en vez de diseñar la colección de moda de otoño/invierno utiliza su destreza para confeccionar, ¡quién lo hubiera dicho hace un mes!, algo mucho más útil y valioso:mascarillas.
Así lo hace Marina Torres, una de esas ciudadanas anónimas que conforman los cimientos sobre los que se está sustentando ahora mismo la sociedad española, que se mueve entre el miedo y la incertidumbre.
Mascarillas logroño.
Diseñadora de Nona papallona, que se ha visto obligada a cerrar su tienda, EME, en la calle Hermanos Moroy 21, acatando el Estado de Alarma, no ha desaprovechado ni tiempo ni energía. Consciente de que en el edificio donde reside, alguno de sus vecinos requiere el uso de mascarilla, se puso manos a la obra.
«Coloqué un cartel en el rellano y varias vecinas me preguntaron cómo podían colaborar, así que colgué un tutorial en internet para que todo el mundo sepa cómo hacer una mascarilla en su casa», explica Marina, que utiliza retales sobrantes de diseños de pasadas temporadas para realizar las mascarillas.
Sus primeras piezas las mostró a través de la dirección de Instagram de su marca, nonapapallona, con notable repercusión, respuesta que le animó a insistir en el proyecto.
Contactó con Beatriz García Morón, propietaria de la empresa de organización de eventos, Sweet Emotion, y entre ambas han puesto en marcha Red vecinal mascarillas Logroño, que pone en contacto a quienes las necesitan con los que las elaboran.
La diseñadora, que señala que las mascarillas no están homologadas, explica que «llevan una abertura, como un bolsillo, donde hay que introducir un filtro desechable, como papel de cocina o toallitas de mopa» y ya hay media docena de voluntarios confeccionándolas con retazos de tela y gomas.
Hasta ahora, ya han elaborado 80, que han distribuido en la Plaza de Abastos, varios supermercados, enfermeras de residencias de ancianos, farmacias y vecinos, relata la creadora de Nona Papallona, quien lamenta la imposibilidad de contactar con el Gobierno de La Rioja, al que ofrece sus servicios.
Miembro de la Asociación Logroño Casco Antiguo, varios de sus componentes colaboran también en esta iniciativa, como Mary Costura, Mercería Carmen y BBCH on Rock, que están donando material para hacer mascarillas.
Dicen en China, donde ya (casi) han vencido a la pandemia: tiempo de crisis, tiempo de oportunidad; estos también son tiempos de héroes.
Para dar y recibir mascarillas. https://forms.gle/eaFP8dXBfBz2juyc8.






