Lo advirtió en la previa. La general, en un Giro con mucha montaña y 30 kilómetros cronometrados, no era un objetivo y, en el estreno de la ronda italiana, en la crono por equipos de 18 kilómetros entre Cassano Spinola, localidad de un mito transalpino como Costante Girardengo, y Castellania, hogar del campionissimo Coppi, Sheya Gutiérrez se dejó una minutada.
El Movistar cuajó una crono colectiva decente (perdió un minuto y 41 segundos con respecto al Canyon, vencedor de la etapa) pero la riojana, tras trabajar para el equipo en la primera mitad del recorrido, se dejó llevar, perdiendo en línea de meta nueve minutos y cuarenta segundos que le desplazan hasta el puesto 142 en la general. Sheyla Gutiérrez se desmarca de la general, saca la bandera blanca y piensa ya en alguna etapa, su verdadero objetivo. A las líderes de la carrera, la vareana ya no les inquieta por lo que gana en libertad para volver a conquistar una etapa como hiciera en 2017.
La general está liderada por corredoras del Canyon, con la polaca Niesa Niewiadoma vestida de rosa. Eider Merino, la apuesta del Movistar por la general, es 29ª con 1:41 por recuperar.
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