La sequía obliga a restringir el riego de los embalses por primera vez en una década
Bárbara Moreno / Logroño
La falta de agua ha obligado a restringir el uso de riego de los embalses riojanos en un 35%, según ha trasladado la Confederación Hidrográfica del Ebro a los mismos usuarios. Las lluvias registradas durante la pasada semana, «a efectos de reservas», explican desde la CHE, «han sido inapreciables puesto que al estar el terreno muy seco, las ha absorbido y no ha habido nuevas aportaciones en los caudales de entrada a los embalses riojanos». Esto, junto a que ya se está regando, «lejos de crecer las reservas de agua, están disminuyendo», explicaban desde la Confederación.
En este contesto, ha habido varias reuniones con usuarios, la última muy recientemente, para hablar sobre la situación de las reservas de los embalses «y se les ha trasladado que tienen que restringir los usos». Se les ha informado del agua disponible y de lo que se les va a dar. En concreto, que a fecha de hoy se regará al 65%, respecto a las demandas de riego de una campaña normal, sirviendo desde cada embalse en función de esta reducción. Es decir, que se ha restringido un 35% el uso de riego.
Los embalses riojanos se sitúan al 54,3% de su capacidad en la última semana, prácticamente igual que la semana pasada. El de Mansilla está al 47%, igual que la semana pasada porque ha llovido y ha entrado 1,8 hectómetros cúbicos pero se ha desembalsado la misma cantidad. Hace un año estaba al 88%. El de González Lacasa está al 70%, con un hectómetro cúbico más, (ha entrado 1,1hm3 y ha salido 0,1 ). Pero hace un año estaba al 94%. Y el de Pajares está al 46%, porque se ha desembalsado (1,1 hm3) más de lo que ha entrado (0,1), y hace un año estaba al 91%.
Un 25% menos de lluvia
Desde la CHE indican que lo primero que hay que destacar es que desde abril de 2016 y hasta 2017 ha llovido un 25% menos del promedio de los últimos 15 años, con un déficit de hasta 149 l/m2. «Es decir, que no solo ha llovido poco este primer semestre de 2017 (57,2 l/m2 menos y un 20% menos de precipitaciones del promedio), si no que se arrastra desde el semestre anterior (abril – septiembre de 2016) en el que hay un déficit de 92,5 l/m2 y un 32% menos de la media», según los datos de los pluviómetros del Sistema Automático de Información Hidrológica de la CHE, el SAIHEbro.
Los embalses tienen que empezar sus campañas de riego. Aún así, los abastecimientos que dependen de estos embalses se consideran garantizados.






