Rioja ajustará el plan de marketing a la evolución de COVID-19
Feli Agustín / Logroño
Las incertidumbres en la que está sumido el panorama internacional, que lejos de despejarse han encontrado con el coronavirus un mayor y más inquietante motivo de preocupación, se ciernen también sobre el principal producto de la economía riojana: el vino, que supone, entre unas cosas y otras, el 20% del PIB y encabeza las exportaciones. En una Denominación donde cerca de 15.000 agricultores cultivan 66.000 hectáreas de viña y cuenta con 600 bodegas elaboradoras, las ventas a China, un destino «atractivo e importante», que ya retrocedieron el año pasado casi un 18%, amenazan con desplomarse, a tenor de los datos provisionales arrojados por la comercialización de enero.
El director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente, alerta de la paulatina paralización de la economía, ejemplificada en el aplazamiento de la feria vinícola más importante del mundo, Prowein, en Düsseldorf, donde iban a participar unas 200 bodegas de Rioja; y la suspensión de la feria de turismo de Berlín. Con vaticinios que apuntan a la ralentización en el crecimiento, alerta del posible «efecto contagio» a otros mercados por esa desaceleración, que afectará a las economías destino de los vinos de Rioja. Con este panorama, Rioja que vende en 123 países, podría replantearse sus acciones de marketing, una vez que se ha visto obligada a suspender algunas acciones en China.
Brexit y aranceles
Y en este trasfondo, tampoco aparecen más nítidos los caminos para llegar a otros dos mercados: el Reino Unido, primer consumidor de Rioja; y Estados Unidos, que registraron descenso de ventas el año pasado, aunque en ambos se logró mantener el valor. En el caso de Gran Bretaña, donde Rioja factura casi uno de cada cuatro euros que vende en el exterior, José Luis Lapuente espera que «prime la cordura», y se permita a los Rioja competir en igualdad de condiciones, teniendo en cuenta que es trata del vino tranquilo preferido por los británicos. «Todo lo que suponga una ruptura repercutirá negativamente no solo en Rioja, sino también en las economías de la Unión Europea y Reino Unido», constata Lapuente, que recordó que la fecha definitiva para que se concrete el Brexit es el próximo 31 de diciembre.
Por lo que se refiere a Estados Unidos, el director general del Consejo entiende que Rioja «no puede hacer mucho más», para minimizar los perjuicios que puede acarrear la subida de aranceles como represalia a las ayudas concedidas por varios países de la UE a Airbus. «Mantenemos una actitud proactiva y reivindicativa», afirmó Lapuente, que señaló que Rioja, integrada en varias plataformas, pelea por revertir el impacto negativo en precios para mantener la competitividad en su tercer mercado.






