Rercortadoras al poder
Bárbara Moreno / Logroño
La plaza de toros de La Ribera acogió ayer la ‘Gran Exhibición del grupo femenino de recortadoras ‘Damas del Recorte’, donde muchos veían por primera vez a chicas desempeñando el arte del recorte. La plaza con tres cuartos de entrada, disfrutó con cada actuación de Amanda Monferrer (de Teruel), Sarita Ávila (Castellón) y Anabel González (Valencia).
Cada una de ellas mostraron sus menesteres en dos reses diferentes que salieron de los chiqueros. Y destacaron porque una recortaba quieta con un solo paso a la que pasaba la res (Amanda), otra saltaba al animal ayudada de una pértiga (garrocha) que posaba con atino en el albero delante del hocico del animal (Sara), y otra, (Anabel), recortaba al quiebro con una doblez extrema de la espalda hacia atrás, fue la más aplaudida por la chulería que mostraba a la espera del embiste cual torera vestida de luces.
Las mozas animaron al público con palmas para que les animaran al compás, y se ajustaron a los pitones con esmero. Las damas del recorte fueron una novedad por ser mujeres y por la flexibilidad que quizás los hombres no son capaces de desarrollar en un recorte, (a no ser que estemos ante un fenómeno de taurocatapsia).
Creando afición
La sesión de vaquillas de la mañana también sirve para crear afición en los niños pensando quizás en un futuro en los festejos taurinos mayores y que no se pierda la afición, que es en definitiva el verdadero futuro de la fiesta. De hecho, en este festejo taurino es donde más niños acuden. Ayer se vieron cientos de ellos en la plaza. Y para aprovechar esta oportunidad de público y para que los más pequeños se acerquen a la fiesta, se propone en la plaza la actuación o faena de un becerrista bajo el título ‘Escuelas Taurinas. Quiero ser torero como Diego Urdiales’. Ayer participó el becerrista Cristiano Torres (hijo del diestro Ricardo Torres) un chico de 12 años de la Escuela Taurina de Salamanca que apunta maneras. El año pasado ya dejó sus sapiencias en esta plaza. Vestido de corto, cogió su capote con esmero, y dejó ver quites como la bonita verónica o las chicuelinas. Después, con muleta en mano y tras saludar a la plaza desde los medios, llevo a su res precisamente a los medios y la torero con mimo, también de rodillas y el animal respondía al trapo, algunos pases lucieron al chico como el natural, aunque la becerrra estaba muy flojita y se cayó varias veces por lo que deslució un poco la faena. Y de premio, vuelta al ruedo y gran ovación del público.
Todos al ruedo
Y llegó la hora de las suelta de vaquillas, decenas de chicos se echaron al albero a la espera de la vaca, pero cuando salió, más de la mitad desaparecieron, entre ellos, unas chicas que parecían muy valientes pero fueron las primeras en esconderse por el burladero.
Los ‘bravitos’ de la ganadería Carlos Lumbreras de Lardero dieron juego, y aunque ‘atropellaron’, a más de un mozo, también se dejaron hacer recortes por los espontáneos. El propio ganadero se dejó ver por el callejón, mientras observaba atentamente la capacidad de sus reses.
En la presidencia, el concejal de Festejos e Interior del Ayuntamiento logroñés, Miguel Sáinz, y los vendimiadores Álvaro Marín y Andrea Ruiz, muy madrugadores a primera hora ya de la mañana, pero es que como aseguraron el mismo día del disparo del cohete, iban a intentar estar en todos los actos que pudieran.






