Regreso a la falsa ‘normalidad’
Las imágenes que este lunes se han vivido en la mayoría de ciudades españolas se repetirán a partir de este martes en nuestra región. Con el fin del largo puente de Semana Santa, se pone el fin al estado de hibernación de los sectores no esenciales aunque la economía riojana, ligada al sector primario (también a la industria auxiliar de la automoción), no ha dejado de funcionar desde el 14 de marzo.
El fin de la hibernación llega tras una Semana Santa de lo más atípica. Cinco días festivos en los que los riojanos no hemos podido salir de casa ni recibir a visitantes, con el daño para el sector turístico (muy desarrollado en algunas localidades) que eso supone.
Ezcaray, la villa turística por excelencia de La Rioja, ha dado por perdido el primer semestre de 2020. Con Valdezcaray sólo operativo durante 19 días, la emergencia sanitaria ha arruinado las expectativas de bares, restaurantes, hoteles y alojamientos turísticos que se han visto obligados a cerrar sus puertas en una fecha clave, Semana Santa, para la economía ezcarayense.
La larga festividad ha venido pasada por agua, una buena noticia para el campo. Eso sí, se da la paradoja que los particulares no pueden cultivar sus huertas y que los profesionales no encuentren temporeros para recoger sus frutos.
La Semana Santa nos deja un tiempo ingobernable.






