Qué manera de ganar
El Clavijo cree en la permanencia después de superar por 78-74 a un Castelló en uno de los mejores partidos, de ambos equipos, de lo que llevamos de temporada. El equipo de Jenaro Díaz suma su séptima victoria y sigue creyendo en la permanencia. Con noches como ésta será difícil que se escape.
Yates antes del descanso y Moto, después, guiaron a un Clavijo que brilló en lo colectivo para frenar a un Castelló que, sustentado por la fortaleza de Kyle, forzó la mejor versión riojana. La victoria, justa y agónica tras firmar un último parcial pletórico, devuelve la fe a los logroñeses.
El Clavijo, pese a su precariedad clasificatoria, ofreció un óptimo primer cuarto, jugado a un ritmo vertiginoso. Las defensas brillaron por su ausencia para disfrute de Yates que hizo de todo: iniciar el juego, asistir, rebotear en los dos aros y anotar. Su versión de siempre. El conjunto riojano neutralizó al sexto clasificado para alcanzar el primer descanso con un marcador de lo más apretado (18-17).
Los de Jenaro Díaz persistieron en su buen juego colectivo. No se distanciaron en el marcador pero sí obligaron al técnico castellonense a parar el partido. El Clavijo, que llegó a dominar por cinco, no pudo despegarse del Castelló pero no le perdió la cara a un encuentro desbocado. Los de La Plana, aferrados al poderío de Kyle (un ciclón) y al malabarismo de Ott (se gustó en su regreso al Palacio), descentraron al Clavijo que, no obstante, se redimió con un triple acrobático sobre la bocina de Moto (34-33). El partido era una gozada.
Tras el paso por vestuario, el choque se ralentizó al tiempo que riojanos y castellonenses perdían su inspiración ofensiva. El Clavijo no bajó la guardia pero se encontró con un Castelló más entero. Pese a todo, los de Jenaro Díaz no perdieron la cara al partido y aceptaron la lucha cuerpo a cuerpo que proponían los de La Plana. Sólo en los últimos minutos, los visitantes se despegaron de un Clavijo que, sin hacer nada mal, se vio cinco abajo (52-57) en el parcial definitivo.
El desenlace arrancó al ritmo de triples. Nacho García embocó a la primera y Moto respondió en la otra canasta. El Clavijo no se descompuso. Si era capaz de minimizar a Kyle había partido (65-68, a falta de cinco minutos).
Dos tiros libres de Moto y un triple de Cabot devolvieron a los riojanos la iniciativa en un encuentro trepidante. Coggins y Ott se enzarzaron desde la línea de 6,75. Los riojanos, pese a entrar uno abajo (73-74) en el último minuto, nunca dejaron de creer.
Moto, el mejor local, acertó desde la personal, Ott falló su triple y Quintela hizo a medias los deberes. Pero a Romà Bas se le fue el triple de la sentencia. Coggins, esta vez sí, no falló. Cuatro arriba, seis segundos por jugarse, séptima victoria asegurada. Qué manera de ganar.






