Feli Agustín / Logroño
Por tercer año consecutivo, el Espacio Peñas se ha convertido en un punto de encuentro ineludible en las Fiesta de la Vendimia. Y con éxito. «Desde que se le dio la vuelta a la antigua carpa, se ha ido consolidando y funciona fenomenal», explica Diego Vicente, presidente de la Federación de Peñas, que resalta la vocación plenamente familiar de la iniciativa.
Desde las 12 del mediodía funciona como un espacio para el público infantil, con hinchables, ludoteca para los más pequeños y diferentes talleres cada día, desde cocina a sombreros de piratas, con la presencia de seis monitores, «y una aceptación muy buena», por parte también de los padres que alargan su estancia hasta el vermú.
Luis y Sergio, de la empresa Pámpano, responsable de la organización, apuntan que la afluencia ha aumentado un 40% este año en un recinto que tiene dos barras de bebidas y tres food-tracks temáticas: vinoteca, bar y coctelería; y dos más de comida, una de alimentos fríos y otra de calientes, con perritos, patatas o hamburguesas.
Para cubrir el servicio, se emplea a unas 25 personas, además de los monitores para las actividades infantiles. «Este es el motor ahora mismo de las fiestas de Logroño», señalan, al tiempo que el presidente de la Federación de Peñas desataca el «éxito rotundo» del recuperado toro de fuego. En general, Diego Vicente, que se estrena este año como presidente de la Federación, considera que la fiesta está siendo muy participativa, con presencia muy numerosa en todas las actividades, incluidas las degustaciones, que el año próximo quiere «innovar y mejorar», con la intención de evitar las largas colas.
Potenciar a los riojanos
El bloque de la programación del Espacio Peñas lo constituye la música, que se escucha desde la hora del vermú hasta la 1 de la madrugada los días laborables y hasta las 2.30 en fin de semana. De los 52 grupos, 37 son riojanos, lo que demuestra su vocación por apoyar la música riojana, con gran respuesta a la hora del café, con público netamente familiar.
