Prisión incondicional por presunto homicidio para la madre de Carolina
Feli Agustín / Logroño
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Logroño, que estaba este jueves de guardia, ha decretado prisión incondicional para Adriana Ugueto, madre de Carolina, la niña de 5 años que fue encontrada muerta el lunes por la mañana en una habitación del hotel Los Bracos de Logroño.
El juez coincidía con la petición de Fiscalía, que requería en su informe que fuera enviada a prisión la única detenida por el fallecimiento de la pequeña, que compareció ante el juez desde las 18.50 horas de la tarde.
Ugueto había llegado unos minutos antes de las 5 en un vehículo de la Policía Nacional a los Tribunales de la capital para prestar su primera declaración ante el juez, una vez cumplido el plazo máximo de detención de 72 horas.
La mujer, que se había negado a declarar por la mañana ante la Policía Nacional, fue introducida directamente en la sede judicial por el garaje, lo que evitó que entrara a pie en los juzgados y logró así eludir la presencia de los medios.
Ugueto, que estuvo durante la jornada acompañada por su abogado, había permanecido hasta este jueves bajo arresto en la Unidad Psiquiátrica del hospital San Pedro, donde fue detenida el lunes, horas después de que fuera encontrado el cuerpo de la niña, sobre las nueve y media de la mañana. A esa hora, la Policía Nacional halló el cadáver de Carolina, tras recibir un aviso del hotel, al que un vecino había alertado de que estaba viendo a una persona con intenciones suicidas en una de las ventanas del edificio.
Ya en complejo hostelero, los agentes encontraron a la mujer, de 35 años, sentada en el alféizar de la ventana con algunos cortes, y a la niña fallecida tendida sobre la cama, aunque se desconocía el motivo de la muerte, por lo que se activó, según informó la Delegación del Gobierno, el protocolo habitual.
La abuela.
Adriana Ugueto fue traslada al hospital, donde, horas después, fue detenida. A lo largo de la jornada se conoció también que había llegado al hotel acompañada de su madre, que se encontraba en paradero desconocido;y que el padre de Carolina había denunciado el domingo en el cuartel de la Guardia Civil de Haro -donde vivía la pequeña- el incumplimiento en la entrega de la niña por parte de la madre, una circunstancia que se había producido en tres ocasiones anteriores.
Además, el día de la muerte de la niña, el hermano de la detenida, que se ha mostrado «poco colaborativa», entregó en el propio cuartel jarrero unas cartas de despedida de la madre y de la abuela de la menor que, según señaló posteriormente el delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez, «daban indicios de que iban a cometer algún acto de abandonar esta vida, pero no se referían a que fueran a cometer ningún acto contra la niña».
Ahora hay que esperar varios días a los resultados de la autopsia de Carolina; el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja ya informó de que no se tendrán como mínimo antes de tres semanas, ya que los análisis solicitados a laboratorios de Madrid necesitan 21 días para arrojar resultados.
En shock
Daniela Ugueto, tía de la niña, negó algunas de las afirmaciones que se han comentado estos días y aseguró que su hermana no está en tratamiento psiquiátrico y rechazó que su sobrina padeciera alguna enfermedad grave.
«La niña tenía una patología (neutropenia, una disminución aguda de granulocitos de la sangre, que puede disponer a contraer infecciones) y podía o no derivar en algo, pero no estaba en tratamiento, simplemente, le llevaban un control en el hospital de La Paz, donde acudía cada seis meses», informó Daniela, que señaló que su hermana estaba «triste» desde la separación del padre de su hija, hace cuatro años.
La tía de Carolina, que acudió por la mañana de este jueves a la Jefatura de Policía y por la tarde a los Juzgados con la esperanza de ver a su hermana, narró cómo ha vivido los hechos desde del pasado domingo, cuando su hermano le telefoneó a las 7.30 de la mañana; a las 8 acudió al domicilio de su madre y hermana -que compartían vivienda en Haro- y continuó llamándolas por teléfono sin obtener respuesta. Inquieta, contactó con los hospitales y, como seguía sin tener noticias de sus familiares, sobre las 10 avisó a la Guardia Civil, que le informó de que no se podía poner ninguna denuncia sin haber transcurrido 24 horas. A las 8 de la tarde, como continuaban sin aparecer, acudió al cuartel, donde, dijo, «no me hicieron caso». Daniela, que no develó el contenido de las cartas entregadas a la Policía de su madre y hermana, afirmó que eran una familia muy unida, y confesó que se encuentran en shock. «Estamos desconcertados, nos cuesta asimilarlo», aseguró.






