Premio a 16 años de entrega al mundo empresarial
Feli Agustín / Logroño
Rodeado por notables representantes de la empresa riojana y sin la presencia de políticos, José María Ruiz-Alejos, nacido en Arnedo hace 74 años, recibió este martes la Medalla de Oro de la Cámara de Comercio, en un acto que supuso la despedida oficiosa -las elecciones al organismo parece que se celebrarán a finales de mayo- de la presidencia de una institución tras 16 años en el cargo.
En una breve intervención, sin demasiadas concesiones a la emotividad, Ruiz Alejos resumió lo que dijo había sido la filosofía que ha marcado su gestión al frente de la Cámara, un objetivo en el que cree que ha salido triunfante, la independencia de la institución.
«He defendido a la empresa y he querido trasladar sus valores, evidentes, pero desconocidos, al conjunto de la sociedad», afirmó Ruiz Alejos, quien no evitó mencionar las «muchas dificultadas» que ha atravesado la institución durante estos 16 años, «unas naturales» [el fin del pago obligatorio a la Cámara dictaminado por el Gobierno central]; y otras, «fruto de diferentes interpretaciones», [en referencia a su conflicto con el Gobierno riojano].
Dijo tener un «recuerdo imborrable» del apoyo que prestaron a la entidad 4.000 empresas; y considera que, tras periodos de aguas turbulentas, ha logrado llevar a la Cámara a buen puerto.
«Hemos dejado la entidad totalmente saneada, [con 2,7 millones de euros], activa y respetada», aseguró su presidente, quien considera que uno de los mayores logros de su equipo ha consistido en introducir la cultura exportadora en la empresas riojana. Hace 16 años, el número de compañías que exportaba era «exiguo», aunque «ya se veía venir» que el futuro era la internacionalización, argumentó Ruiz Alejos, quien piensa que uno de sus méritos ha sido acompañar a las firmas riojanas por los caminos de la globalización.
Medalla compartida
El empresario, quien dijo que el presidente de la Cámara se encarga de plasmar las directrices que marca la ejecutiva, extendió la distinción a todo su equipo, y tuvo palabras de agradecimiento a los empleados de la entidad. «Me voy contento y feliz por lo que ha aprendido y por las personas que he conocido», confesó el presidente de la Cámara, que quiso dedicar la Medalla a sus nietos, allí presentes, y a los nietos de todos, «porque ellos son el futuro».
La Medalla de Oro es la máxima distinción que concede la Cámara y que hasta la fecha solo habían recibido el actual Rey de España, Pedro Sanz, y el empresario riojano José Luis López de Silanes.






