Podemos impide un gobierno del PSOE y aboca a La Rioja a un panorama incierto
Feli Agustín / Logroño
Cuando a la una de la tarde del jueves, Concha Andreu, en medio de una gran ovación, subió al estrado del Parlamento para pedir el voto a los diputados, ya sabía que no iba a ser presidenta del Gobierno riojano. Cuando Concha Andreu tomó la palabra, ya sabía cuál iba a ser el resultado de la votación, 16 papeletas a favor, los 15 del PSOE y la de Izquierda Unida, y 17 en contra, las 12 de PP, cuatro de Ciudadanos, y la de Podemos, el voto que impide la formación de un gobierno de izquierdas tras un cuarto de siglo de mandato popular y que aboca a La Rioja a un escenario político incierto, que puede conducir a la repetición de las elecciones.
Y sabía que no iba a ser presidenta desde tres horas antes, cuando el intento de retomar las negociaciones, al que se habían emplazado la noche del miércoles PSOE y Podemos, se truncó tras 20 minutos de reunión, en la que la formación morada siguió insistiendo en su pretensión de entrar en el Consejo de Gobierno riojano, exigencia que los socialistas no están dispuestos a aceptar; y el PSOE mantuvo su oferta de dos viceconsejerías «sensibles», de igualdad y reto demográfico, y la dirección general de vivienda, una propuesta que Andreu considera «justa, proporcional, equilibrada y progresista».

«Hemos intentado negociar la gobernabilidad con Podemos y no ha sido posible», reconoció la candidata en su intervención en la segunda sesión del pleno de investidura, donde dijo haber aguantado ofertas «ridículas», soportado «niñerías», y fábulas de Esopo con palabras «como la zorra y el cabrón, que pinchan a los mayores». «Pero no pasa nada, son negociaciones», señaló la candidata, quien afirmó que «con la base del voto mayoritario de los riojanos», tienen la «obligación» de gobernar por lo que seguirán «intentado» llegar a un acuerdo.
No obstante, repitió que su pretensión era «un gobierno de coalición con una coalición» [Unidas Podemos, que logró dos diputadas en las elecciones, y que se ha roto, al haber adoptado posturas enfrentadas IU y Podemos] para lograr una mayoría absoluta y un gobierno estable, «pero ya no existe esa coalición y no puede haber gobierno de coalición», afirmación que reiteró ya concluido el pleno.
Felonía
Tras la celebración de la sesión, Andreu aseguró que había mantenido la «esperanza» de que miraran a los riojanos que desean un cambio, pero «si son unos forasteros, si no viven lo que se vive en la Rioja», comentó haciendo referencia a los negociadores de Podemos llegados desde Castilla La Mancha, por lo tanto «han consumado una felonía». «Estoy tranquila, tengo la templanza suficiente para ver lo que está ocurriendo», que en su opinión se sustancia en «intereses, o tenemos consejerías o no vas a ser presidenta», una imposición que entiende que no le «perdonarían» los riojanos.

A septiembre
La diputada de Podemos, Raquel Romero, reiteró durante su intervención en pleno el mensaje que ha lanzado en las últimas jornadas, desde que las relaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han enrarecido, y culpó a Andreu de someter su investidura a la voluntad del presidente del gobierno.
«El PSOE de La Rioja se ha convertido en una sucursal de Ferraz, están avergonzando a La Rioja, con una sumisión vergonzante; no les dejan negociar», acuso Romero, que atribuyó a los socialistas la responsabilidad de haber trazado líneas rojas, vetando a Podemos, de quien no quieren «ni su trabajo, ni su compromiso». «Quieren nuestro voto, pero no nuestra presencia en el Gobierno», reiteró Romero, quien afirmó que no ansían «una, dos o tres consejerías», sino que pretenden negociar su presencia en el Consejo de Gobierno, «y no les están dejando». «Ha suspendido en junio y la reválida de julio, le queda septiembre, recapacite, estudie y venga con los deberes hechos», invitó a Andreu Romero, de quien ayer aparecieron carteles en los que se podían leer mensajes que rezaban ‘No hay tres sin cinco’, ‘PPodemo’s’ o ‘Abrazo a la derecha, traiciono a los riojanos’.






