El plan de desarrollo industrial prevé una inversión pública de 140 millones hasta 2020
Feli Agustín / Logroño
Tras varios meses de trabajo conjunto, como así lo destacaron sus protagonistas, el Gobierno de La Rioja y los principales agentes socioeconómicos de la comunidad (CCOO, UGT y Federación de Empresarios) presentaron el martes el Plan de Desarrollo Industrial 2017-2020, que ha contado también con la participación de otros agentes, como partidos políticos o Cámara de Comercio, y que prevé una inversión pública de 140 millones de euros durante todo el periodo.
«El plan pretende desarrollar, fortalecer y consolidar el sector industrial», dijo el presidente del Gobierno José Ignacio Ceniceros, quien resumió que este documento «fundamental» aspira a aumentar la dimensión de las empresas, lograr mayor innovación y emprendimiento y asentar la cultura de la internacionalización con el fin de alcanzar un avance industrial orientado al progreso económico de La Rioja.
Sobre estas bases, la consejera de Desarrollo Económico, Leonor Fernández Menorca, apuntó algunas de las características de un documento de 140 páginas que ofrece un extenso análisis de indicadores económicos y que se sustenta sobre los principios del trabajo a medio plazo, la especialización inteligente, fortalecer la cadena de valor de las empresas y ofrecer soluciones particulares a cada segmento empresarial desde un enfoque colaborativo, tanto entre instituciones, como entre las áreas público-privada.
Siguiendo estos ejes, la consejera explicó que se prevé el desarrollo de políticas industriales que propicien un modelo de mayor valor añadido, como empresas de alta y media-alta tecnología, además de profesionalizar la actividad empresarial. Igualmente, se propone el aumento de la productividad de los trabajadores a través de la cualifiación y la especialización sectorial, modernizando los procesos hacia la innovación e internacionalización.
La principal novedad del plan, apuntó González Menorca, es la introducción de indicadores que permitirán medir y saber cómo evoluciona, lo que permitirá «reconducirlo».
Y todo ello con el objetivo de mantener el peso de la industria en el PIB regional, que es actualmente del 26,1%, logrando, además, atraer nuevas inversiones.
Industria 4.0
Fue Jesús Izquierdo, de UGT, quien apuntó que el plan plantea medidas específicas hacia el calzado, caucho, plástico, metal mecánica y la madera sobre la apuesta decidida por la industria 4.0 en el trasfondo de la internacionalización, la formación y la innovación, todo ello bajo la premisa de que la industria es el «tractor» del resto de sectores.
«Estamos convencidos de que un sector industrial moderno genera empleo estable y de calidad en otras actividades productivas», dijo el aspirante a la Secretaría general de UGT.
El secretario general de CCOO, Jorge Ruano, considera que el plan es «importante» para poder «competir» con Euskadi y Navarra, comunidades «ejemplo» de política industrial, que llevan trabajando cuatro décadas, demostrando que la industria crea empleo de calidad, genera riqueza y es un «motor» para otros sectores.
Ruano apuntó como objetivos aumentar el tamaño de las empresas y la cualificación profesional, al tiempo que se mostró convencido de la utilidad de un observatorio industrial que «se adelante a las necesidades».
El presidente de la patronal, Jaime García Calzada , destacó el «consenso general» que ha logrado dar vida a un plan que persigue «potenciar y consolidar» la industria riojana en sectores estratégicos, al tiempo que insufla nuevos aires en otros ámbitos. «La industria crea servicios», constató el presidente de la FER, quien coincidió en la necesidad de centrar los esfuerzos en formación, innovación e internacionalización.
La percepción de los empresarios
El plan incluye dos puntos específicos sobre la percepción de los propios empresarios riojanos sobre las cuestiones en las que se puede incidir para incrementar el desarrollo industrial. Las vías de crecimiento planteadas son: el crecimiento en el mercado, la explotación de nuevos mercados, la creación de nuevos productos y el lanzamiento de nuevos negocios. Como métodos de reindustrialización, contemplan el crecimiento interno, la cooperación, la inversión directa extranjera, el consorcio y la adquisición de empresas.
Entre las oportunidades, a juicio de los empresarios, aparece un nuevo sector de actividad: la fabricación de especialidades farmacéuticas. Este subsector también coincide con las mejores oportunidades europeas.
También plantean aumentar el peso de actividades industriales tradicionales, como el vino, el calzado y la industria agroalimentaria, que marcan el carácter de la industria riojana y su especialización. Por ejemplo, se identifican oportunidades adicionales en la extensión de esta cadena de valor hacia adelante en el sector agroalimentario, incorporando procesados y elaboración de productos, platos y comidas preparadas.
Relacionados con la cadena de valor agroalimentaria, se mencionan igualmente las actividades relativas al tratamiento de residuos y aguas. Este puede ser un sector emergente y exportable que ya tiene un cierto desarrollo en La Rioja.
Por otra parte, los empresarios consideran que hay oportunidad de especializarse en la fabricación de componentes para la industria del automóvil, participando de este modo en la cadena de valor europea percibida como de mayor potencial de crecimiento. En resumen, si nos comparamos con las oportunidades identificadas en el contexto europeo podemos encontrar importantes coincidencias. La fabricación de vehículos, el tratamiento de residuos, la farmacia y los productos agroalimentarios elaborados son ejes de desarrollo industrial comunes.






