Piden siete años de cárcel a cada uno de los implicados en la venta fraudulenta de un piso heredado en Logroño
Efe / Logroño
El fiscal pide siete años de cárcel para cada uno de los cuatro acusados de participar en la venta de un piso en Logroño, en la que presuntamente cometieron delitos de usurpación, falsedad en documentos y estafa.
La Audiencia Provincial de La Rioja juzgará el próximo 16 de mayo a estas cuatro personas, entre las que se encuentran una madre, su hija, la pareja sentimental de esta segunda y un hombre que actuó como intermediario en el presunto delito.
El piso en cuya venta participaron era la herencia de la madre, aunque solo disponía de un tercio de la propiedad, ya tiene otros dos hermanos que recibieron otro tercio cada uno y no participaron en la venta.
El fiscal explica en su escrito de acusación, al que ha accedido Efe, que en agosto de 2009, cuando falleció el padre y abuelo de las dos mujeres acusadas; entonces la propiedad de un piso en la Gran Vía de Logroño pasó a los tres hijos y el usufructo a su madre.
En abril de 2010, aunque la usufructuaria no había fallecido (lo hizo más de un año después), las dos acusadas decidieron vender el piso y para ello contactaron con una inmobiliaria.
El piso permanecía registrado en ese momento todavía a nombre de sus antiguos propietarios, por lo que las dos mujeres, junto a los otros dos acusados, «idearon un sistema» para vender el piso.
Poderes notariales con documentación falsificada
En primer lugar lograron que la nieta recibiera un poder notarial de su abuela -que vivía todavía- en un notario de Calahorra, en octubre de 2010; en ese poder la anciana figuraba como casada, a pesar de que su marido había muerto hace más de un año.
En segundo lugar buscaron a otro notario, en Pamplona, para hacer otro poder a favor de la nieta, en este caso de su abuelo; para ello buscaron a un anciano que se pareciera al fallecido y comparecieron en la notaría con un documento falsificado.
El fiscal explica que lograron que el notario no se diera cuenta del engaño; así, la nieta tuvo en su mano dos poderes notariales, de su abuelos.
Posteriormente encontraron a una persona interesada en comprar el piso de la Gran Vía de Logroño, por 170.000 euros.
Los acusados citaron a la mujer que quería comprar el piso en la notaría de Pamplona y la compradora entregó los 170.000 euros, en tres cheques (uno de ellos de 6.000 euros, para los servicios de la inmobiliaria, y dos de casi 82.000), a la nieta.
El Fiscal especifica que nada más recibir el dinero, fue ingresado en una oficina bancaria de Pamplona en la que los ingresó en una cuenta abierta a nombre de sus abuelos y gracias al poder fraudulento con el que contaba.
En los días siguientes, dos de los acusados recorrieron varias ciudades de España para sacar de diferentes oficinas el importe ingresado; además, uno de ellos adquirió un coche por 8.200 euros.
Cuando la compradora trató de inscribir en el registro el piso le fue imposible ya que los dos hermanos de la madre acusada ya habían alertado de lo sucedido y habían presentado una «notación preventiva» de la propiedad.
Así, fue el registrador quien comprobó que «o existía un error, o la venta se había basado en un poder notarial fraudulento, ya que en la fecha en la que se otorgó, el padre y abuelo de las acusadas ya había fallecido.
Estos hechos constituyen, según el fiscal, un delito de usurpación de estado civil, otro de falsedad en documento oficial y un tercero de estafa.
Por ello pide para los acusados un año de cárcel (por cada uno de los dos primeros delitos) y cinco (por el tercero).
Además reclama a cada uno de ellos una multa de 3.060 euros y que indemnicen a la compradora con los 170.000 euros que abonó en la compra, más 15.000 euros por daños morales y los intereses legales.






