Para chuparse los dedos
Carmen Sánchez / Logroño
La Federación de Peñas de Logroño volvió a llenar ayer El Espolón con ‘De pinchos y de vinos’, una cita obligada en la programación de San Mateo. Este año tocaba celebrar el décimo aniversario de esta actividad que ya se ha convertido en todo un referente de las fiestas.
Las nueve peñas logroñesas invitaron ayer a los ciudadanos a tomar el aperitivo con ellas y a brindar por San Mateo. Los primeros que aceptaron la invitación fueron los miembros de la Corporación local con los vendimiadores. Comenzaron visitando a la peña La Uva pasadas las 11 horas. Siguieron con la peña La Rioja y continuaron con la Rondalosa, Logroño, Simpatía, La Alegría, Áster, Los Brincos y La Unión.
Cada una se encargaba de elaborar un pincho. ¿El menú? Muy variado: champiñón, setas con jamón, presa, pepito de lomo, migas, ‘preñao’, patatas bravas, queso de cabra con paté o salchichón asado.
En total se vendieron más de 2.000 copas y se repartieron 9.000 raciones, mil por cada peña.
También se sirvieron mil litros de vino de nueve bodegas:López de Haro, Gerardo Viteri, Dinastía Vivanco, Cuna de Reyes, Tierras de Murillo, Domus Dei, Domus Vinum, Medrano Irazu y Bodegas Don Jacobo.
«Un éxito», en palabras del presidente de la Federación de Peñas de Logroño, Diego Vicente, quien destacó la «buena» respuesta que han dado tanto los peñistas como los ciudadanos para que esta actividad siga siendo una cita ineludible de los sanmateos.
Y es que no era para menos. El Espolón estaba hasta la bandera y el calor no impidió que se formaran largas colas para degustar los pinchos. Una espera que las peñas se encargaron de amenizar poniendo ritmo con sus charangas.






