En 2016, el Betis cerró de un portazo las opciones del EDF de ascender a la elite del fútbol femenino. Casi cuatro años después, logroñesas y sevillanas, ambas instaladas en Primera, se reencontraron en los cuartos de final de una Copa de la Reina que premió el oficio del equipo riojano.
Porque el EDF, que no conoce la derrota con el Betis desde entonces, se cobró la venganza clasificándose para las semifinales de la Copa gracias al acierto de Jade, que a la hora de juego aprovechó la primera llegada clara del EDF.
Fue un partido muy trabajado, muy trabado e incluso hosco en el que el EDF se rescató a tiempo para alcanzar por vez primera en su historia la penúltima ronda del torneo del K. O.
Lo hizo con mucho control en la primera mitad, inocua, estéril y retórica. Pero tras el descanso, con el Betis un poco más estirado, las de Gerardo García León tiraron de oficio para superar a un Betis al que sólo le queda la liga como objetivo. El acierto de Jade, y el aire fresco que aportaron Judith Luzuriaga e Ida, fueron claves para la clasificación riojana.
En la primera mitad, el EDF tuvo la posesión (70%) pero nula llegada. De hecho, el Betis fue el más incisivo, probando los nervios de Johansen. Primero salvando con la cara en el 4, un mano a mano con Abam y, ya en el 39, saliendo a los pies de Otermín tras un malentendido con Dorine que, por fortuna, se quedó ahí.
Tras la pausa, el Betis se estiró y el EDF, con la entrada de Judith Luzuriaga e Ida, aprovechó los espacios. Caracas, una de las mejores, superó a Perarnau con clase, levantó la cabeza y encontró a Jade, que no falló.
El EDF castigó la valentía de un Betis, que a la desesperada se fue a por la igualada. La tuvo Symanowsky, pero se le fue ligeramente alto; también Hernández, que no articuló bien su remate; y Dewey, que en el área pequeña se achicó ante Johansen.
La eliminatoria debió acabar cuando Judith Luzuriaga fue frenada en falta en el área. Jade, en el 91, falló, alargando siete minutos de suspense para un thriller con final feliz.
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