«No concibo un diseño sin una exploración previa»
Bárbara Moreno / Logroño
Peio Durán es un riojano de 38 años que tras estudiar en la Escuela de Artes de Logroño marchó de la región en busca de su futuro, un futuro que aún no tenía bien definido y que poco a poco fue moldeando hasta llegar a convertirse en un artista en muchas facetas cual perfecto hombre del renacimiento, y para acabar viviendo de la moda, que era su sueño. Durán tiene conocimientos de piano, danza, escultura, pintura (se doctoró en esta disciplina). Y todo esto es lo que le permite ahora, que es ya un diseñador de moda conocido, «abrir la mente a muchos materiales y formas».
Pero es su imaginación, creatividad y sus ganas incansables de trabajar lo que le han llevado hasta aquí, a vivir de la moda, tanto con prendas de alta costura y vestir a modelos de pasarela, artistas de ópera, de teatro, o diseñar para colecciones privadas, como a llevar el pret-a-porter a la calle, sin olvidarse de traer su alta costura también al alcance de muchos. Con creaciones propias por ejemplo de abrigos de pelo mezclados con tejidos de denim. Pero ahí no acaba la imaginación, porque ha confeccionado y puesto a la venta productos como toallas, pajaritas de porcelana, barro negro y loza.
Sus diseños son conocidos por ser diferentes, mezclar colores, estampar dibujos hechos a mano, acuarelas, pinturas o caricaturas. Es decir, que crea todos sus tejidos. Y lo lleva a su alta costura, pero también a las prendas de sport con ilustraciones y estampaciones que no dejan indiferente a nadie. Y considera que sobresalir en el mundo de la moda es complicado, «pero porque la gente se desanima muy rápido». Para él, su trabajo no es trabajo, «yo trabajo disfrutando, 24 horas al día incluso sábados y domingos, porque siempre estoy ideando, para mí no es trabajo, son vacaciones». De ahí que su meta sea seguir teniendo ilusión y disfrutar con la moda:«en concreto ser feliz por lo que hago».
Exclusividad.
Eso sí, lo que tiene claro es que nunca va a dejar de explorar, de investigar los tejidos, materiales o producciones porque «no concibo un diseño comercial o no comercial sin exploración previa». Y porque es consciente y defiende que la exclusividad es lo principal, y es la única forma de competir con los «monstruos de la industria de grandes cadenas, ofreciendo lo que ellos no pueden hacer, exclusividad».
Pero Durán nunca abandona sus otras sapiencias como la escultura, y crea grandes piezas artísticas que expone, o mezcla esculturas para modelos (por lo que el vestido de Cristina Pedroche en las campanadas no era nada nuevo). Y decora tiendas en Bilbao, o la suya propia en Logroño, donde además trae en primicia piezas de su colección para ponerlas a la venta. Esta tienda es Golden Room, en la Avenida de Portugal 18, en cuyo interior se respira la esencia de Peio Durán, y donde la vista se recrea con sus diseños y producciones. Y, todo, al alcance de los bolsillos de muchos y con la seguridad de que no habrá un diseño igual en todo el mundo. Eso es la moda como arte, eso es Peio Durán.






