Cum Laude
Feli Agustín / Logorño
Como escarpias decía una compañera que se le habían puesto los pelos al escuchar miles de gargantas cantando al unísono. El Ayuntamiento había anunciado una sorpresa para el lanzamiento del cohete de este año y la novedad no ha podido ser mejor recibida.
Tras el chupinazo sonó el himno de Logroño y 40.000 gargantas entonaron como si fueran una eso de que ‘Ynadie en Logroño se siente extranjero’, subrayando la importancia de una de las dos únicas pancartas que se podían ver en la plaza; la otra recordaba a los condenados por los sucesos acaecidos el 14N de 2012.
Desde uno de los grandes ventanales del ayuntamiento, la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, junto al presidente riojano, José Ignacio Ceniceros, y los Vendimiadores, Andrea Ruiz y Álvaro Marín, contemplaba una escena de las que quedan en la memoria colectiva, y que está llamada a perpetuarse. «Ha sido guay, qué pasada y qué suerte que Logroño sea así», reflexionaba la primera edil, que coincidía con el resto de portavoces municipales en declarar la emoción que el momento le había despertado.
Ey, chipirón
Y sí Diego Aguas ya tenía la difícil papeleta de animar el chupinazo, mantener el listón a la altura de lo que la había dejado el tema de José Manuel Calzada y Rafael Ibarrula complicaba la tarea. Pero no falló, muy al contrario, superó el reto con nota. El pinchadiscos zaragozano, dj residente de la sala Marchica, a los pies de la pistas de esquí de Formigal, puso temas para todos los públicos, de Danny Ocean a Mago de Oz, del I’will survive a Cómo te atreves a volver, apenas se escuchó reggeton y la música electrónica sonó sobre temas muy conocidos, como el Sweet child of mine de Guns & Roses; montó una fiestón que ancló a los adoquines de la plaza a miles de personas durante la hora y media que duró su actuación.
El cohete, un año más, volvió a ser, en general, aunque las calles adyacentes parecían un estercolero, y todo transcurrió en un ambiente festivo en un día climatológicamente envidiable. Diego Aguas cerró su actuación con el himno de Logroño, mientas las únicas banderas que ondeaban en la plaza eran las de La Rioja. Pues eso: Mi tierra es La Rioja, Logroño es mi pueblo, cruce de caminos, puente sobre el Ebro, cuna de mi lengua, camino de encuentros y nadie en Logroño se siente extranjero.






