¡A Navarra sin los santos!
Madrugada del 27 de septiembre, Día Grande de las fiestas de San Cosme y San Damián. Arnedo da la bienvenida a sus hermanos navarros de Andosilla, que participan activamente en el Rosario de la Aurora y en la posterior procesión del famoso ‘Robo de los Santos’, tradiciones nacidas hace más de cinco siglos.
El Grupo de Auroros de Andosilla, que cumplió en 2015 doscientos años de existencia, enarbola cada año el farol y la campanilla, ahora prestados para la exposición de La Rioja Tierra Abierta. Son elementos del siglo XIX, cargados de simbolismo, que refuerzan cada año la vigencia histórica y emocional del colectivo en el festejo arnedano. A las once de la mañana, todos están ubicados donde deben. Un pasillo de personas señala el camino mientras la comitiva avanza. Antes de regresar a Navarra, los visitantes reclaman sus derechos (dicen que las imágenes fueron sustraídas por los riojanos en 1556) e intentan huir con los santos patronos hasta tres veces, aunque no lo consiguen en ninguna ocasión
Más allá de la fe, la tradición consolida este rito. Es la representación de íntimos enfrentamientos convertidos ahora en un hermanamiento natural. Desde 1989, oficialmente. Entre Andosilla y Arnedo, la relación es larga y continua en cánticos y discursos.
«Cada año, los de fuera se envalentonan con arengas y carreras. Claman ‘¡a Navarra con los Santos!’, mientras que los de casa posponen cualquier resolución con convicción aprendida: ‘¡Hasta autraño!’», explican desde la organización de la exposición La Rioja Tierra Abierta, que exhibe el farol y la campanilla de los Auroros de Andosilla, piezas de hierro del siglo XIX, en la iglesia de San Cosme y San Damián de Arnedo. Dentro de la iglesia de San Cosme y San Damián, un audiovisual transforma al visitante en protagonista de esta procesión.






