Arte en movimiento
Feli Agustín / Logroño
Todo es movimiento, Op Art y Arte Cinético, la exposición que se puede contemplar en el Museo Würth hasta el próximo mes de abril, suma desde este viernes un nuevo invitado. El artista logroñés Óscar Cenzano se une a esta exhibición que se acerca a dos corrientes artísticas, arte óptico y movimiento, íntimamente vinculadas desde su nacimiento, hace un siglo, y que han experimentado una evolución paralela.
La obra invitada de Óscar Cenzano se sumerge en el mundo del arte cinético -del griego kinetikós: que se mueve- y ha sido concebida para estar en movimiento, ya sea por acción de los elementos naturales o por un agente mecánico. El artista ha mostrado siempre interés por el movimiento, que entiende que atrae de forma más poderosa la mirada del espectador y la atención por ver la obra; «se contempla de otra manera, ella te interpreta el movimiento», explica.
Ha elegido dos piezas, elaboradas con una década de separación, pero que mantienen una firma común, ambas han sido creadas con lamas y duelas de antiguas barricas y barriles y conservan en la materia el aliento de una vida previa.
Esfera, desarrollo y conocimiento (2005) y Cuatro tiempos de cata (2015) son las dos piezas que Cenzano muestra en el Museo Würth hasta el 10 de diciembre y que se presentan hoy con una Conversación en torno a las obras de la mano de Cenzano y Rosa Castellot.
La transición del tiempo en la Sonsierra

Cuatro tiempos de cata tiene grabados los colores que deja en la naturaleza de la Sonsierra riojana el paso del tiempo: el azul permanente del monte y la variedad cromática que se extiende de finales de junio a principio del invierno: pardos, rojizos y blancos.
Elaborada con aluminio y madera, principalmente de roble, el autor explica que «ha reutilizado» la materia de tinos «sin renunciar a los colores ni del interior ni del exterior», que permiten comprobar su íntimo lenguaje. Las piezas, «ya tienen su propio movimiento» y, al estar, suspendida, girando, «tenemos la lectura que proyecta sobre el suelo».
El lenguaje propio de la madera

Esfera, desarrollo y conocimiento es una obra que se mueve en vertical y horizontal y está formada por pequeñas piezas que «van conformando la idea del conocimiento que va construyendo el ser humano».
Igualmente construida con duelas de barricas reutilizadas, la madera muestra en el interior las huellas del vino que acogió; y en el exterior, el paso del tiempo. «El movimiento horizontal es el que va componiendo las piezas que se van acoplando dándole a la longitud de la obra el sentido del conocimiento», explica Cenzano, que insiste en que conserva el color original de la madera, que «tiene su propio lenguaje».






