Más de 600 niños participarán en el festival narrativo Cuéntalo
Efe / Logroño
Más de 600 niños de 14 centros educativos logroñeses participan en la segunda edición del Festival de Narrativas de Logroño Cuéntalo, que comenzó ayer y que se alargará hasta el domingo. La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, acompañada del ilustrador gallego Víctor Coyote; y Javier Sádaba, de Librería Cerezo, inauguró este festival, que «vuelve a involucrar a los logroñeses de todas las edades en la literatura», señaló la regidora.
Gamarra precisó que este festival se centra también en los más pequeños porque desde el Ayuntamiento logroñés quieren trasmitirles que «la cultura, la literatura y la narrativa son importantes en sus vidas para que sean más libres, con mayor espíritu crítico y respeto hacia otras cosas y otros tipos de vida». Expresó que esta iniciativa convierte a Logroño, durante cinco días, en literatura y narrativa y añadió que han querido que las librerías sean el espacio donde se produzca este diálogo porque son «una referencia y hay que darle ese valor».
También se realizarán actos con colectivos como el Ateneo Riojano, Plus Ultra, Casa de la Imagen y la Casa de los Periodistas, así como en el Teatro Bretón de Logroño y en la Biblioteca Rafael Azcona, además de la participación de bares y cafeterías y salas de cine.
Asimismo, destacó la importancia del tema que se aborda en esta edición, la lucha contra la despoblación del mundo rural, y precisó que la literatura lleva «muchos años» tratando el tema, por lo que, seguramente, en ella «se puedan encontrar soluciones».
Por su parte, Coyote, quien ofrecerá un concierto, además de presentar su libro y realizar las ilustraciones de los escaparates, aseguró que está «muy satisfecho» con el tema escogido para este año. «Es muy importante sacar la narrativa a la calle porque hay que compaginar la ciudad con el medio rural, los bares y la literatura», indicó.
Sábada agradeció a los organizadores que hayan realizado la inauguración del evento en la librería y se ha mostrado contento de que, durante este festival, «las librerías se conviertan en un lugar de encuentro para dialogar y no en solo meros contenedores de libros».






