Los terrenos del ferrocarril podrían salir a la venta a finales de año

Feli Agustín / Logroño
En «un paso decisivo para rematar la fase I del soterramiento», que comprende la zona desde el nudo de Vara de Rey hasta el final de avenida de Lobete, la Junta de Gobierno local aprobó ayer, inicialmente, la modificación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) Ferrocarril, que varía el proyecto de 2009 para incluir las modificaciones introducidas en el proyecto en estos nueve años.
El objetivo, que se antoja optimista, es poder comenzar a ofertar las parcelas, con cuya venta han de pagarse las obras del soterramiento, desde finales de este año para lo que es necesario superar varios trámites administrativos: la exposición pública de un mes una vez publicada en el BOR la modificación puntual, el visto bueno por parte de la COTUR (Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo) y la aprobación definitiva por parte del pleno municipal.
Posteriormente, parte de los terrenos serán desafectados, esto es, han de pasar de ADIF a la Sociedad Integración del Ferrocarril, para poder luego ponerlos a la venta hacia finales del año, aunque, eso sí, la alcaldesa de Logroño reconoció que todo va a depender de la agilización administrativa.
Gamarra explicó ayer las diferencias entre el proyecto de 2009 y el actual que, aunque amplía la superficie en 11.000 metros, mantiene la estructura general de la ordenación tanto viaria, como de zonas verdes y dotaciones, e introduce como novedad nuevas tipologías en los edificios a construir en la zona este-oeste del área del soterramiento.
Doce edificios para 1.200 viviendas
Así, se prevé construir doce edificios -frente a los nueve iniciales-, que albergarán 1.200 viviendas. La alcaldesa detalló que se contemplan en la zona oeste, esto es la colindante al nudo de Vara de Rey, dos edificios simétricos de planta baja más 12 alturas, uno frente a Duques de Nájera y otro más cercano a Miguel Delibes; en el proyecto de 2009 eran también dos, de baja más 7 y baja más 11. Estos dos inmuebles, que se contemplan «como una puerta que garantiza la continuidad visual del espacio urbano», estarán alejados de la futura glorieta de Vara de Rey y de los edificios de los primeros números pares de Duques de Nájera entre 23,8 y 29,9 metros, cuando, en principio la distancia era de 18 y 22 metros, algo que, recordó la alcaldesa, había provocado cierta polémica con los vecinos.
Se mantienen, además, cinco torres en la zona central, con planta baja más 21 alturas, en las que no se introducen modificaciones significativas más allá de «no cerrar las visuales desde avenida de Colón»; mientras en la zona más al este, donde el PERI Ferrocarril de 2009 contemplaba distintas alturas, entre baja más ocho alturas y baja más nueve más ático, el PERI de 2018 unifica las alturas a baja más ocho. Además, en la zona ampliada en 2013 (Calle Marqués de Larios), se prevén tres inmuebles de baja más seis alturas.
Por lo demás, los usos, que se dividen entre residencial, dotacional, parque, viario y sistemas generales, plantean destinar a espacios libres públicos (parques, jardines y zonas de recreo y expansión) 147.000 metros cuadrados. A dotaciones públicas, se reservan cerca de 12.000 metros cuadrados; y para el viario se contará con cerca de 53.400.
«Hemos llegado a una propuesta que equilibra los intereses de la ciudad y los de los vecinos, teniendo en cuenta que debemos ser responsables y pensar que cuanto más atractiva sea la oferta residencial y más obtengamos por la venta de las parcelas, menor será la deuda que las administraciones tendremos para cubrir la gran inversión que ha supuesto el soterramiento», constató la alcaldesa.






