Los taxistas dicen basta
BÁRBARA MORENO / LOGROÑO
Los taxistas de La Rioja se han unido contra lo que denominan intrusismo, para solicitar que no se den las licencias de Vehículos Turismos con Conductor (VTC), o lo que es lo mismo, alquiler de vehículo con conductor, no solo en la Comunidad riojana, sino en el resto de España.
El presidente de la Asociación de Taxistas de La Rioja (Atrio), Javier Vallilengua, explicó ayer que el problema es que aunque ahora se deniegan licencias en La Rioja, entre 2013 y 2015 hubo un vacío legal, se solicitaron 15.000 en toda España, y más de 70 en La Rioja, y ahora los tribunales de Madrid están dando esas licencias, y si se llega al Supremo, «podría crear jurisprudencia y dar esas licencias en todos los sitios», que, según el taxista, aunque en La Rioja supondría 70 licencias, trabajarían unas 190 conductores, (porque se hacen turnos).
Hoy se pueden otorgar estas licencias VTC en un porcentaje de una por cada 30 taxis, en La Rioja serían 6 licencias, y ya están cubiertas. Son conductores de coches de alta gama.
Con todo, los taxistas de España decidieron hacer una manifestación por las capitales para crear una ‘caravana lenta’, que en el caso de Logroño, colapsó la ciudad desde las 11.30 horas de ayer. Unos 100 taxis participaron y partieron desde la Beneficencia, donde se encuentra la consejería de Fomento y Transportes; allí registraron un documento para poder tener una reunión urgente con el responsable, y para que se envíen sus peticiones al Ministerio de Fomento. Esto mismo lo hicieron en el Ayuntamiento de Logroño y en la Delegación del Gobierno.
Vallilengua explicaba ayer que ha sido un éxito total de manifestación y que esperan que les oigan. Indicó que el problema en La Rioja no solo es que otorgaran esas más de 70 licencias solicitadas entre 2013 y 2015, sino que si las están concediendo en otras Comunidades, y como un 20% del trabajo podría desarrollarlo en otra Comunidad, «se nos comerían». Si se da el caso, «los taxistas nos quedamos sin trabajo, además, también sería perjudicial para los usuarios, porque no tienen las tarifas reguladas y las modifican y suben cuando quieren».






