Logroño revive los 30 años del ascenso de un «equipo simpático»
Han pasado más de 30 años de aquel 14 de junio de 1987 y del gol de Noly que hizo que Logroño, de la mano del Club Deportivo Logroñés, entrara en la historia del fútbol.
Gracias al impulso de Felipe Royo, comentarista radiofónico privilegiado de tantos partidos en el viejo Las Gaunas, y de Gilabert, hilo conductor de los nueve años en Primera, el Ayuntamiento de Logroño tributó un modesto pero sentido homenaje a los jugadores que hicieron posible el ascenso y posteriores permanencias en Primera.
Por el Salón de Retratos, recibidos por la actual regidora Cuca Gamarra y bajo la atenta mirada de Manolo Sáinz, alcalde en aquel lejano 1987, desfilaron una treintena de ex futbolistas ligados al Club Deportivo.
De fuera llegaron Eraña, Uriz, Manu Sarabia, Iturrino, José María o Aguilá, mientras que tampoco faltaron los Olalde, Nacho Martín, Raúl Ruiz, José Ignacio, Juancho Colas, Ricardo Moreno, Llona, Pacheco, Pedro, Jesús Dulce, Carlos Vega, Nano Ramos, Hidalgo, Lopito y Abadía, entre otros.
Herrero, que disputó 208 partidos en Primera con la elástica blanquirroja, no falló como tampoco lo hizo Dulce, el canterano con más partidos en Primera en blanquirrojo (96). De los nuestros, el primero en estrenarse en la elite fue Raúl Ruiz, que debutó en la derrota en Valencia (2-0) en la primer ajornada.
Cuca Gamarra, que recordaba como el Tato Abadía le acompañaba, como a tantos niños, a hacerse la foto en la previa de los partidos, agradeció a todos los futbolistas del Logroñés, «un equipo muy simpático», por su contribución «a que Logroño sea querida y reconocida». «Os mostramos el agradecimiento de la ciudad por lo que significó que Logroño estuviese a máximo nivel», apuntó.





