«Llegará el momento de evaluar, pero ahora estamos en el de resolver»
Bárbara Moreno / Arnedo
Sara Alba es consejera desde hace solo 8 meses, y se ha tenido que enfrentar a la peor crisis sanitaria que ha vivido esta Comunidad en toda su historia. Si bien, aunque reconoce que ha llorado mucho cada vez que le llegaban noticias de muertes, intenta levantar a su equipo todos los días, dándoles ánimo y asegura que cada mañana que llega al hospital San Pedro se dice, «estamos más cerca que lejos». La consejera de Salud no quiere pensar en cifras, sino en cómo salvar vidas. Y ese es su mayor cometido.
Lo primero consejera, ¿cómo está, se ha sentido en algún momento derrotada, o con ganas de dejarlo todo?
No no no, esos lujos no nos los podemos permitir, hay días durísimos, y que hemos llorado mucho. Y yo creo que eso es bueno, porque sentir emociones y con intensidad también te ayuda a afrontar al día siguiente con más energía. Pero la responsabilidad institucional, tu equipo, la consejería, la comunidad, los ciudadanos, necesitan que estemos al 100% o al 200%.
Si hubiera sabido que esta pandemia iba a llegar, ¿hubiera aceptado este puesto?
Creo que las decisiones se toman en el contexto que uno está. Y lo que toca ahora es hacer esto. Hablar sobre hipótesis es muy difícil.
Los datos que se manejan en La Rioja nos vuelven un poco locos, un día que hay más casos por población, pero también más recuperaciones, hoy decimos que hay menos ratio de contagio, ¿con qué nos quedamos?
Nos quedamos con que los riojanos y riojanas estamos a la altura de las circunstancias y con que detrás de cada dato hay una vida, un proyecto de vida, una familia, y un lado muy humano. Los números, ratios, ayudan a explicar o a entender lo que ha pasado o lo que puede llegar. Pero yo me quedo con las historias de vida, las truncadas o las que siguen de nuevo tras haber sido dadas de alta.
Pero en realidad, ¿cómo está La Rioja hoy?
Queremos pensar que mejor que hace una semana y peor que dentro de una semana. Nos gustaría que los datos fueran otros, que no hubiera fallecidos, ni infectados. Si bien ya tenemos 1.500 personas curadas, un porcentaje del 45,8% de altas, mientras la media nacional es del 39%. Hay una importante baja en la presión asistencial y hemos reducido los ingresos en UCI.
¿Cómo se siente cuando ve que está bajando la incidencia de los contagios graves, pero los fallecimientos no bajan?
Eso es muy duro. Cada uno de los fallecimientos son durísimos, sobre todo porque se han concentrado en la población más vulnerable, en nuestros mayores. Ha atacado de forma muy virulenta a nuestros mayores, a pesar de que hemos adoptados medidas y adoptaremos las medidas que sean, aunque nos las tengamos que inventar.
Y la diferencia de número de fallecidos confirmados por COVID en La Rioja, y los últimos que ha dado el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja que llegan a 430. ¿Cómo lo vamos a analizar?
No sabemos como lo vamos a analizar, requiere que contrastemos con detalle todos los datos con todo el rigor. Es cierto que el número baila mucho y eso no puede ser.
¿Qué es lo más difícil de gestionar?
El darle la vuelta al sistema sanitario como lo hemos hecho en 30 días. Hemos disparado el número de UCIs, hemos dotado otras con respiradores, dotado de EPI, salvar vidas todos los días. Es realmente el objetivo y lo difícil, intentar salvar vidas. Y enfrentarnos sin tener un manual de COVID-19, nadie nos lo entregó. Estamos tomando decisiones en tiempo real, al día decidimos cosas, si funcionan seguimos, si no, pensamos en otras. Y en un contexto nacional e internacional que nos afecta.
¿Cuántos test PCR se hacen hoy en La Rioja? Somos de las comunidades que más hacemos por habitante, ¿no?
Se han realizado 10.000 test PCR desde el principio. Apostamos por seguir el consejo de la OMS que dijo que había que hacer el mayor número, tener muchos resultados te da más índices de contagio, pero es muy bueno saberlo para saber dónde está el foco y cómo actuar. Somos la Comunidad que más PCR está haciendo, estamos al nivel de los países nórdicos. Llegamos a más del 2% de la población y vamos a hacer a más.
¿Cree que el uso mascarillas va a ser obligatorio?
Es muy importante seguir el criterio de la comunidad científica, en el caso de las mascarillas tienen un doble trabajo, no infectar y no ser infectado, en caso de ser portador o no. Creo que es bueno que la población esté protegida, pero también con la distancia social, lavado, higiene de manos, ventilar las estancias, limpiar las superficies.
La Rioja, y Arnedo en concreto se está conociendo más aún por la solidaridad de sus trabajadores confeccionando material sanitario. ¿Fue también iniciativa de Salud, no?
Bueno, lo menos importante es de donde nace la iniciativa, lo importante es lo rápido que prende en el tejido empresarial. Y yo conozco Arnedo y a sus ciudadanos y están hechos de una pasta especial y no se les pone nada por delante. También en otras localidades como en Ezcaray. Han dado un paso adelante, y han dicho aquí estamos que necesitáis. Y esta es la actitud. Esto crea comunidad, esto nos hace más fuertes.
Más de la mitad de fallecidos son residentes en centros sociosanitarios. ¿Ocurre esto en otras comunidades?
La situación es absolutamente dura, no solo en la Comunidad, sino en todos los territorios de fuera. Los más vulnerables si viven en un entorno residencial viven juntos, las medidas de control o prevención han sido realmente difíciles para poder cortar esa línea de contaminación y pandemia. Es una profunda preocupación que nos tiene que hacer reflexionar sobre cuál es el modelo qué queremos para nuestros mayores. El COVID-19 va a cambiar muchas cosas.
Según los datos facilitados por el portavoz del Gobierno hoy, al mes se morían 30 personas en residencias públicas en 2019. De COVID han fallecido 77. ¿Es normal entonces el dato que ha dado el TSJR de 148 muertes en el último mes?
Es igual de doloroso que las personas mueran de una cosa u otra. El verdadero problema es que fallezcan, desconozco si el tipo de registro en el certificado médico indica una causa prioritaria u otra, lo importante es que fallecen. Esta situación de estrés en todo el sistema sanitario trae estas repercusiones. Llegará el momento de evaluar y de estudiar pero ahora estamos en un momento de tomar decisiones y de resolver. Es bueno que no perdamos esta visión de las cosas. Porque tenemos que salvar vidas, adoptar las medidas posibles. Dar instrucciones concretas.
¿Se han sacado a mayores de residencias a ingresos hospitalarios?
Es el médico el que lo decide, y sí han salido.
Trabajadores de residencias se han quejado de que no les han hecho pruebas.
Ahora se están haciendo a todos. El viernes pasado llegaron los test y los van a pasar prioritariamente a personas mayores y trabajadores de las residencias de personas mayores. Son un colectivo esencial y somos una de las comunidades que han priorizado esta decisión.
Había familiares que querían sacar a abuelos de residencias, pero solo ha habido dos peticiones. ¿Qué lectura hacen?
Esto es muy sensible. Nosotros facilitamos el camino para que lo haga quien quiera. Pero es una decisión estrictamente privada. No quiero pensar en otra cosa. Solo con que haya salido una persona mayor que haya querido, ya merece la pena este trabajo de la Consejería.
Sé que no tiene una bola de cristal, pero, ¿cuándo podremos salir de casa?
Aquí la cautela es buena compañera, consideramos que lo prioritario es la seguridad de las personas, salvar la salud y su vida. Mientras no llegue la vacuna, debemos mantener prácticas de protección individual y colectiva. Cuando los datos nos lo permitan iremos abriendo poco a poco ese deshielo, para llegar a la normalidad controlando la pandemia. Pero esto no se va, se va a quedar aquí, y hasta que toda la población no esté protegida…
¿ Y los niños, cree que es mejor que les dejen dar algún paseo como en otros países?
Se tiene que decidir a nivel nacional. Y hay que hacerlo con toda la seguridad y cautela que requiere una medida de estas características. Hemos confinado todo, interrumpido la actividad empresarial y parado casi todo. Es necesario que todo este esfuerzo no se tire por la borda.
¿Estamos más cerca que lejos?
Claro que estamos más cerca que lejos. Esto me lo digo yo todas las mañanas cuando vengo a San Pedro. La esperanza es lo que nos mueve, y la esperanza certera de que estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Claro que estamos más cerca que lejos.






