Las instituciones intensifican el seguimiento ante un posible aumento de violencia de género
Bárbara Moreno / Logroño
El confinamiento continúa y muchas mujeres están obligadas a vivir con sus maltratadores en casa si es que aún no los han denunciado. De hecho, los expertos y fuerzas de seguridad han indicado que en estos días de alarma y confinamiento domiciliario esperan que haya más posibles víctimas de violencia de género. Desde la Delegación del Gobierno de La Rioja informaban ayer de que, «ante el posible aumento de violencia de género derivado del confinamiento establecido para hacer frente a la pandemia del coronavirus COVID, se ha intensificado el seguimiento de los casos de violencia de género en nuestra Comunidad». Y precisamente ya se están sumando casos a nivel nacional.
En cualquier caso, a pesar del estado de alarma, funciona todo el sistema de asistencia, y el Ejecutivo ha declarado como de servicio esencial todos los instrumentos de asistencia a las víctimas. El teléfono 016 sigue funcionando con normalidad, al igual que el servicio de alerta ALERTCOPS que activa un geolocalizador que recibe la policía.
En el caso de La Rioja, la ´Casa de Acogida´ en la que viven hoy 17 mujeres víctimas de violencia de género sigue funcionando. Es Cruz Roja quien, en colaboración con el Gobierno de La Rioja, la gestiona. Y desde este servicio han querido ir más allá, y durante estos días han estado llamando a las mujeres que pasaron por esta casa en 2019 para ver cómo están, «y ante todo para que no se sientan solas». Y es que algunas rehicieron nuevas vidas lejos incluso de La Rioja, pero otras también volvieron con sus parejas, los que supuestamente las maltrataban.
La responsable del Área de Mujer de Cruz Roja en La Rioja, María José Mayoral, explica a Noticias de La Rioja que, dos meses después de dejar el piso de acogida se hace un seguimiento individual. Y en cualquier caso, pueden volver a hablar cuando quieran allí. «Nosotros intentamos que salgan de aquí con un proyecto de vida. Es muy difícil volver a la vida normal, o volver al mundo laboral por ejemplo». Pero esta ocasión el seguimiento ha sido especial, «se ha llamado a las mujeres que pasaron por aquí en 2019 (que pueden ser unas 50 mujeres), pero está siendo tan gratificante que quizás sigamos llamando a más mujeres que estuvieron años anteriores, nos lo están agradeciendo mucho», reconoce.
Y es que, como explica Mayoral, en estos momentos de confinamiento algunas pueden estar pasándolo muy mal «son momentos caóticos y son más vulnerables, nosotras queremos insistir en que no se tienen que sentir solas». Y quiere indicar que no hay un perfil establecido de la mujer maltratada o de la que solicita alojamiento, podría ser una mujer de unos 30 o 35 años, pero de todas las condiciones sociales. Sí que es cierto que el perfil de ahora, detalla, es de una mujer más joven que hace una década y que llevan unos 10 años sufriendo maltrato, el perfil de la mujer maltratada de antes era una mujer de 50 que llevaba de 15 a 20 años sufriendo maltrato.
Y en cuanto a posibles nuevos casos, Mayoral considera que estos encierros en muchos casos van a desarrollar «situaciones muy críticas». Y como indicaban desde las fuerzas de seguridad, es más difícil pedir ayuda, pero ya han indicado que no se va a bajar la guardia y que incluso se van a intensificar las medidas. Con todo, desde las instituciones como fuerzas de seguridad quieren recalcar en estos momentos que la mujer no está sola.






