La Salera quiere semifinales
NR / LOGROÑO
Nájera quiere volver a disfrutar de unas semifinales y eso pasa por derrotar esta tarde (La Salera, 18 horas) al Mar Menor o por empatar sin goles en el partido de vuelta de cuartos de final que enfrenta al subcampeón riojano, el Náxara, con el cuarto clasificado de la Tercera murciana, el Mar Menor.
El equipo levantino llegó ayer a La Rioja y pernoctó en Santo Domingo con la intención de sorprender a un Náxara que, pese a la buena imagen desplegada en San Javier, no se fía. El 1-1 de la ida fue un resultado escaso para los méritos riojalteños. Germán, a poco del final, neutralizó el tanto de Orodea que acercaba a los blanquiazules a la segunda ronda.
«Tenemos que tener más capacidad de concentración. Conceder poco balón parado y, cuando lo hagamos, defenderlo bien así como estar atentos a su segundas jugadas», apuntaba Diego Martínez, técnico najerino.
Aunque a los riojanos les puede valer el 0-0, el preparador blanquiazul tiene claro que su equipo no cambiará sus señas de identidad «en el partido más importante del año». «Salimos a ganar en Las Gaunas, en Calahorra, en Haro y en Anguiano y no va a ser distinto. Es un partido más pero tenemos que tener una clara vocación ofensiva», amonestaba.
«El empate a cero nos vale pero sólo después del minuto 93», advertía en vísperas de un encuentro que se presume igualado pero en el que los blanquiazules no especularán: «Si salimos a empatar, vamos a perder».
Con la ilusión de regresar a las semifinales de un ‘play off’, el equipo najerino tiene a todos sus jugadores en perfecto estado de revista con la única ausencia de Yécora, que no llega a tiempo para el encuentro.
Con respecto al partido celebrado hace seis días en Murcia, el Náxara recupera a Javi Pascual, pulmón blanquiazul en el centro del campo riojano.
Pese a su regreso al once y el buen resultado conseguido en Murcia, Diego Martínez recordaba que la consigna najerina es «ser prudente». «Ójala pasemos pero tenemos que estar más atentos que en la ida», apuntaba consciente de que el Mar Menor, además de explotar su fortaleza a balón parado (como hizo en San Javier), sabe jugar con el resultado, ofreciendo un desempeño y un estilo de juego muy similar como local o visitante.






