La Rioja redoblará el esfuerzo exportador en EEUU pese a los aranceles
Carmen Sánchez / Logroño
La imposición arancelaria de Estados Unidos a los productos agroalimentarios españoles a costa de la guerra comercial por las ayudas del consorcio europeo (Reino Unido, Alemania, España y Francia) a la compañía Airbus frente a la norteamericana Boeing es ya una realidad. De poco, o nada, han servido, hasta el momento, las negociaciones mantenidas este mes entre la Administración que dirige Donald Trump y la Unión Europea (UE) para evitar que este viernes entrase en vigor el gravamen del 25 % a bienes como el vino, el aceite de oliva virgen extra, la aceituna, el queso, la carne porcina o algunas frutas.
En La Rioja están en juego no sólo el valor de las exportaciones de productos riojanos a este país (principalmente vino, aceite, queso y carne), próximo a los 137,5 millones de euros en 2018, cuatro veces más que hace casi una década; sino también su posición dominante frente a otros países europeos que no se verían tan afectados por este arancel, como son Portugal e Italia.
«Golpe durísimo»
Para Florencio Nicolás, el director de la Cámara de Comercio e Industria de La Rioja, la decisión adoptada por Washington ha supuesto un «golpe durísimo» y un «jarro de agua fría» para la economía riojana, ya que EEUU es un mercado «importantísimo» para las empresas exportadoras regionales. Se trata del quinto país al que se venden los productos que se producen en la región y el primero fuera de la UE.
«Somos los paganos de una guerra comercial que nada tiene que ver con el sector agroalimentario», lamentó el viernes Nicolás, quien calificó esta situación de «injusta», especialmente teniendo en cuenta el «gran esfuerzo» que sectores como el del vino ha hecho para posicionar sus productos y aumentar el volumen de ventas en este mercado.
De hecho, precisó que de los 436 contactos comerciales que se mantuvieron en 2018 con EEUU, 247 fueron de empresas agroalimentarias, de las que 203 correspondieron al sector vitivinícola.
Pese a ello, garantizó que la Cámara de Comercio redoblará el esfuerzo exportador en este mercado, al tiempo que reclamó «medidas excepcionales» que ayuden a paliar del daño y faciliten la entrada en otros mercados como el de Japón.
A expensas de la UE
El Gobierno de La Rioja, por su parte, está manteniendo, a raíz del Brexit, encuentros con las empresas riojanas afectadas para evaluar cada caso concreto que permita hacer un diagnóstico generalizado de la situación, a expensas de las medidas que adopte el Gobierno central y la Unión Europea de aplicarse definitivamente los nuevos aranceles, precisó ayer la directora general de Reindustrialización, Innovación e Internacionalización, Nathalie Beaucourt.
La incertidumbre no se resolverá antes de febrero, que es cuando se prevé que la Organización Mundial del Comercio (OMC) se pronuncie sobre las ayudas que EEUU dio a Boeing, por lo que el Gobierno de La Rioja ha puesto a disposición de las empresas una dirección de correo (brexit@larioja.org) para tratar personalmente cada caso.
Las organizaciones agrarias exigen ayudas a los productores
La guerra comercial desatada entre EEUU y la UE por un conflicto que nada tiene que ver con la agricultura escama también a las organizaciones agrarias, que ven con preocupación la situación ante las consecuencias directas que puede tener en el campo, especialmente a un sector tan importante para la economía riojana como es el vino.
Tanto la UAGR-COAG como ARAG-ASAJA exigen una solución política al conflicto y medidas urgentes que ayuden a hacer frente a las pérdidas.
El responsable vitivinícola de la UAGR, José Luis Pisón, alertó de que el vino es el principal afectado por los aranceles, con un volumen de exportación a este país del 13,5%, y garantizó el apoyo de su organización a «cualquier tipo de medida» que ayude al sector agroalimentario, especialmente «ante el escenario de crisis económica que se avecina».
Por su parte, el presidente de ARAG-ASAJA, Eduardo Pérez, reclamó que desde las instituciones se «luche» para que el sector agrario no sea el perjudicado de esta guerra comercial que afecta no solo al vino, sino también al aceite, queso y carne riojanos. Al igual reclamó que las posibles ayudas no sean solo para comercializadores, sino también para productores.






