La industria riojana sigue en el podio nacional, pero muestra signos de debilidad
Feli Agustín / Logroño
La industria riojana sigue disfrutando de una posición privilegiada en el contexto nacional, pero, de la misma manera, se ciernen sobre ella varias amenazas: la globalización, la deslocalización y los cambios demográficos y tecnológicos.
«Vivimos un momento de debilidad para el sector en La Rioja y España, acrecentada por una situación de incertidumbre», ha señalado el decano del Colegio de Economistas, Ernesto Gómez, que ha presentado este jueves, junto al decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales (COGITIR, Jesús Velilla, el tercer Barómetro Industrial, elaborado conjuntamente por ambas organizaciones a nivel nacional.
El informe, que ofrece una perspectiva económica de la situación de la industria en España, refleja la situación sobresaliente de La Rioja, la tercera comunidad autónoma con mayor peso de la industria en la economía, detrás de Navarra y País Vasco, ya que supone el 25,23% del Producto Interior Bruto (PIB), superando el umbral establecido por la Unión Europea, que fija el objetivo en el 20% en el año 2020.
Dentro de la producción, el 90% se desarrolla en la industria manufacturera, destacando el peso de la industria de alimentación con un 21,9%, seguida de la dedicada a las bebidas con un 18,4%, la fabricación de productos metálicos con un 14,45%, la del cuero y del calzado con un 10% y la del caucho con un 8,75%. La industria relacionada con los suministros de energía alcanza un 9,55%. El decano de los economistas ha destacado que la evolución del sector en La Rioja había sido similar al de España desde 2011 hasta 2017, cuando, el cierre de la tabaquera Altadis, provocó una crisis de efectos demoledores, pues esta comunidad registró una caída del 1% frente al ascenso nacional del 6%.
Pero además, La Rioja es la segunda comunidad, en un ránking que encabeza Navarra, donde más contribuye al empleo la industria, ya que esta supone el 24,3% del total de puestos de trabajo.
¿Qué hay que hacer?
Ernesto Gómez ha ponderado el elevado valor del sector, pues un euro generado por la industria supone 3,11 en la producción total por su importante efecto de arrastre.
En este escenario, ha constatado que los datos «no son positivos», por lo que se hace necesaria una «apuesta decidida» por parte de las administraciones públicas por una política industrial, con políticas a medio y a largo plazo.
Sin perjuicio de ello, la industria riojana debe continuar un proceso de adaptación y transformación y, al respecto, Gómez ha citado el caso de éxito del calzado riojano gracias al centro tecnológico de Arnedo.
«La Rioja tiene una larga tradición industrial, es una de nuestras fortalezas y debemos seguir contribuyendo para que siga siendo así durante muchos años», aconseja el decano de los economistas, que recomienda concentrarse «en lo que somos buenos», como el calzado, las conservas, la automoción y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Margen para subir los sueldos
Ernesto Gómez considera que «hay notable margen de mejora» para incrementos de sueldos en la comunidad riojana, aunque ha confirmado la preocupación en diversos sectores sobre la subida del salario mínimo interprofesional; al respecto, citó la industria agoalimentaria, en particular el ámbito champiñonero.
«La subida debe ser pactada y negociada porque la unilateralidad puede conllevar la pérdida de empleos», ha vaticinado el decano del Colegio de Economistas que, en tono más optimista, ha reflexionado que la calidad de vida que ofrece La Rioja puede ser un gran aliciente para atraer talento.






