La UDL inicia, a partir de las 19 horas en el Nuevo Vivero de Badajoz, la parte más ilusionante de la temporada: el ‘play off’ de ascenso a Segunda, el tercero para un club que ha completado un año excelente pero que quiere más. Porque para los de Sergio Rodríguez, la fase de ascenso no es un premio sino un medio, el paso que hay que dar para cumplir con el objetivo de la institución que, hace diez años, prometió la Segunda.
La UDL de Sergio Rodríguez acabó segunda con 72 puntos, el récord de una entidad que no se fía del Badajoz, cuarto del grupo IV pero cuyo estilo, dinámica y prestaciones recuerdan mucho a las de los blanquirrojos o a los equipos del norte.
Porque el Badajoz no es un rival asequible como tampoco en el pasado lo fueron el Huracán, el Villarreal B o el Sevilla B. Pero el sueño de la Segunda pasa por superar a rivales aguerridos como los pacenses, un once que de la mano de Nafti pasó de pelear por la salvación a festejar el ‘play off’ con una semana de adelanto.
La UDL se encuentra ya en Badajoz tras viajar con todos sus jugadores, salvo Mikel Santamaría y Flaño. No viajaron como sí lo hicieron Miguel Martínez de Corta o César Remón, los capitanes morales de una UDL que se asoma a su tercera fase de ascenso convencida de que en esta ocasión es posible.
Los números (especialmente su inquebrantable seguridad defensiva) avalan la trayectoria de los blanquirrojos para la primera mitad de un partido de 180 minutos.
La principal duda del cuadro riojano es saber quién ocupará la portería blanquirroja. Buigues ha jugado los dos últimos partidos pero la UDL fichó a la carrera a Unai Etxeberria y es lícito pensar que no lo hizo sólo para aumentar la competividad en los entrenamientos. El resto de elegidos parecen claros en un organigrama que ha funcionado a la perfección y que, desde su fiabilidad atrás, se ha sentido cómodo tanto cuando ha tenido que arriesgar como cuando le ha tocado contemporizar.
El Badajoz, que no podrá contar con su capitán José Ángel, confía en el apoyo del Nuevo Vivero para frenar a los riojanos. Su dinámica, a partir del mes de octubre es irreprochable, pero se topará con una UDL coriácea, inquebrantable en su solidaridad futbolística y dispuesta a que, en esta ocasión, el sueño se cumpla aunque haya que esperar 560 minutos.
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