La hora del paseo
Eduardo Palacios (Efe) / Logroño
La creatividad, la información previa y la tranquilidad que los padres transmitan a sus hijos son factores importantes para el efecto emocional que tendrá en los niños salir a la calle tras más de cuarenta días confinados, a los que, por ejemplo, a los más pequeños, se les puede decir que, con su actitud, «participan en una misión para salvar a los demás» del coronavirus. Así lo ha explicado a Efe la directora del curso de postgrado de Experto en Inteligencia Emocional de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Carmen García de Leaniz.
Aunque la atención está centrada en los niños, que han cumplido las medidas de confinamiento «como han podido», el papel «fundamental» en este proceso de que los menores de 14 años salgan desde este domingo a la calle es el de los padres, advierte. «Son los primeros referentes de los niños» y, para ella, «hay que tener tranquilidad y tener una actitud responsable en todo momento».
En especial, «hay que mantener una conversación antes» con los niños y «preguntarles qué idea tienen de su salida de casa, qué les gustaría hacer» y «cómo están ante este momento porque puede haber quienes tengan miedo o expresen enfado» y «las dos cosas son normales», asegura. «Pero lo que no pueden ver los niños es eso mismo en los mayores, ni miedo ni enfado, porque ninguna de las dos actitudes les sirven«, según esta experta, para quien, además de «reconocer las emociones» de los niños, «aceptarlas» y «mantener la serenidad en todo momento», «las horas previas a la salida pueden ser un momento para incentivar la responsabilidad de los chavales».
«Al hablar con ellos de porqué ocurre esto debemos hacerles partícipes de las medidas que hay que tomar y de las precauciones y hacerlo de la forma más creativa y lúdica posible», explica García de Leaniz, que acredita una experiencia de más de 15 años en programas de gestión del cambio.
Ha incidido en que, en la medida de lo posible, el momento de salir a la calle con los niños debe llegar con «una gestión de sus expectativas previas y con las dudas que tengan ya resueltas» sobre la duración de la salida o lo qué se puede hacer, ya que, de no hacerlo, «puede conllevar frustración, rabietas y situaciones desagradables».
Una vez que termine ese primer paseo, «hay que volver a escuchar a los niños» y «preguntarles cómo se sienten» porque «puede ser una situación propicia para que tengan miedo, deben expresarlo» y «nosotros, los mayores, debemos hacerles ver que eso puede ser normal».
Otro de los aspectos importantes para afrontar esta situación en un proceso previo es «llegar a un acuerdo con los chavales» y «hacerles partícipes de esta situación» y ahí es donde «hay que aplicar creatividad», ya que, «por ejemplo, a los más pequeños se les puede decir que, con esta forma de actuar, participan en una misión para salvar a los demás».
«Con los mayores es más una cuestión de alcanzar un compromiso suyo de que van a respetar las normas que se han marcado», ha detallado, «aunque se pueden hasta hacer manualidades para decorar mascarillas, por ejemplo».
Un mensaje «importante» para los niños es que «ellos deben saber que estamos ganando al coronavirus, pero hay que seguir luchando y tomando medidas de protección», como salir de casa con limitaciones, ha dicho García de Leaniz.
Sobre todo, «el contagio que hay que evitar es el de las emociones negativas», pero «sí el de la calma desde los mayores a los niños», según esta experta, que defiende que «no habrá demasiados problemas relacionados con la salida a la calle de los niños porque «ellos tienen más capacidad de adaptación que los adultos».






