La FER arremete contra la paralización de la actividad que defienden los sindicatos
Feli Agustín / Logroño
La decisión sin precedentes aprobada el domingo por el Gobierno de España de paralizar todas las actividades productivas no esenciales abre un nuevo escenario de consecuencias imprevisibles y ha dividido a los agentes sociales, que se han posicionado en esquinas opuestas del tablero.
El presidente de la Federación de Empresas de La Rioja (FER), Jaime García Calzada, al igual que el presidente de la patronal nacional, Antonio Garamendi, tuvo este lunes palabras muy duras con el gabinete de Pedro Sánchez, que actúa por impulsos. «Esta falta de previsión y concreción se traduce en inseguridad para los empresarios», afirmó García Calzada, que constató que el Real Decreto donde figuran las actividades esenciales se publicó a las 23.40 del domingo, más de hora y media después de que hubiera empezado el turno de noche en la producción fabril.
El presidente de la patronal, que resaltó la importancia de la industria en La Rioja, con un peso en la riqueza regional del 25%, solo por detrás de Navarra y el País Vasco, constató en TVR el «terrible quebranto» que va a causar la paralización de la actividad empresarial, impacto que no va a ayudar a la recuperación.
Falta concreción
El secretario general de la UGT, Jesús Izquierdo, apoya la decisión «para proteger a los trabajadores y trabajadoras que están en riesgo de perder su puesto de empleo como consecuencia del coronavirus, y a aquellos que van a ser afectados por un ERTE», pero critica la «improvisación e imprecisión» con la que se ha puesto en marcha.
«Existen dudas sobre si algunas actividades se consideran esenciales o no»,señala Izquierdo, que reconoce el importante impacto económico y laboral que supondrá paralizar el tejido productivo, aunque resalta que no se rescinden contratos.
Jorge Ruano, secretario general de CCOO, que también comparte las necesidad de las medidas adoptadas, resalta «la falta de eficacia y la confusión que han generado», al tiempo que insiste en la protección de los activos que van a permanecer trabajando.
Ruano menciona la relevancia del sector agroalimetario y la vinculación al mismo de otras áreas industriales, como la metal-gráfica, que puede paliar los efectos del real decreto, pero resalta, no obstante, el daño en la construcción y las pymes, aunque entiende que es mejor hacerlo antes de que sea más tarde.
Desde USO, se secretario general, Luis María Miguel, comparte con sus homólogos de UGT y CCOO la necesidad de definir con exactitud las actividades esenciales y considera una prioridad garantizar la salud y seguridad de los trabajadores que deben desempeñarlas. «Estamos resolviendo, y así seguiremos, las innumerables dudas que este asunto está generando», asegura el secretario genera de USO, que augura la notable afección económica que tendrá sobre autónomos y pymes.
El presidente de CSIF, Jesús Vicente Hernández Gil, coincide con el resto de sindicatos en la bondad de la medida, «que llevábamos reclamando hace tiempo», y considera esencial para evitar el contagios, e invita a esperar unos días para comprobar el impacto en la economía regional.
Lo que sí pide es responsabilidad a los empresarios para que «no aprovechen la situación para hacer despidos», y una presencia más activa de la inspección de trabajo.
Por su parte, el Ejecutivo regional pasó de puntillas sobre las medidas adoptadas por el Gobierno de España para reducir la movilidad, aspecto que sí resaltó su consejero de Desarrollo Autonómico, departamento del que depende el área económica. José Ignacio Castresana ofreció un prolijo repaso a las marcha de los ERTEs y a las medidas adoptadas para garantizar la liquidez de las empresas, pero no se entretuvo en el real decreto «por el que se regula un permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales, con el fin de reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID-19.
No obstante, sí que considera que la composición del tejido productivo riojano, con un importante peso de la industria agrolaimentaria y anexas, puede mitigar un golpe, que dará de lleno al sector de la construcción.






