La esposa de Muñoz se desvincula de la presunta estafa en la venta de Emfrisa
Efe / Logroño
La esposa del exconsejero de Hacienda de La Rioja Juan José Muñoz (PP), que es una de las acusadas de una presunta estafa en la construcción y venta de un parque solar en el municipio riojano de Torremontalo, ha negado este martes su implicación en este hecho delictivo y ha mantenido su inocencia. Así lo ha asegurado este martes en la segunda jornada del juicio, iniciado ayer, lunes, en la Audiencia Provincial de Logroño, contra Muñoz, su esposa, dos empresarios y una sociedad, como presuntos autores de este delito, que se remonta a 2007.
El fiscal pide para el exconsejero 5 años y 9 meses de cárcel y más de 6 millones de euros de multa como presunto autor de delitos de tráfico de influencias, estafa y blanqueo de capitales; mientras que para su esposa y uno de los socios, solicita 4 y 5 años de cárcel, respectivamente, como presuntos autores de delitos de estafa y blanqueo de capitales. Además, hay otros dos acusados para los que el fiscal pide tres y dos años, respectivamente, por estafa.
Los hechos que se juzgan se remontan a 2007, cuando Muñoz -quien fue consejero de gobiernos regionales del PP entre 1997 y 2011- «decidió y tuteló» la creación de Empresa Fotovoltaica Riojana, SA (Emfrisa) para construir una instalación de gran magnitud de producción de energía eléctrica de origen solar fotovoltaico, radicada en el municipio de Torremontalbo, según el escrito del fiscal.
Esta planta, añade el fiscal, se beneficiaría del régimen retributivo que incentivaba la generación de electricidad de fuentes renovables; y esa elevada rentabilidad propiciaría la venta de la instalación a terceros por 25 millones de euros.
También señala que, para esta operación, dada las incompatibilidades con su cargo, Muñoz contactó con uno de los empresarios acusados -con diversos antecedentes por estafa- y utilizó «como persona interpuesta» a su esposa.
La acusada ha precisado este martes que su implicación en este asunto fue aportar, junto a otros socios, 10.000 euros en acciones para constituir la sociedad Emfrisa, con la que obtener unos ingresos para que su hija tuviera un porvenir en los estudios.
Ha incidido en que su único objetivo de formar parte de esta sociedad, de común acuerdo con su marido, era «tener algo (de dinero) para dejar una cierta seguridad a nuestra hija, que es lo que nos importaba».
Según su testimonio, ha subrayado que llegó un momento en el que el devenir de Emfrisa se alejó de sus fines iniciales, que era construir más parques eólicos; y ha dicho que quería recibir unos ingresos por el de Torremontalbo y nada más.
Además, ha relatado que vendió las acciones, por las que obtuvo unos 50.000 euros, y, una vez formalizada aquella operación, se desvinculó de estos negocios, algo que ha hecho también extensivo a su esposo.
Según el fiscal, en 2007, técnicos del Gobierno regional de las áreas de Industria y Medio Ambiente pusieron los primeros reparos al proyecto, como hizo también el de Carreteras.
Muñoz y sus socios, de forma paralela a la tramitación, contactaron con otra empresa catalana para que favoreciera la venta de la planta, por 25 millones de euros, a otros inversores, según el Ministerio Público, que añade que esa empresa adquirió parte del parque solar, por 800.000 euros, sin que se les informara (por ninguno de los acusados) de los problemas administrativos que existían.
El acusado de esta empresa catalana, quien también ha declarado este martes en el juicio, ha afirmado sentirse estafado y arruinado por los miembros de estas sociedades, de los que ha desvinculado a Muñoz y a su esposa.
Ha precisado que su implicación en este asunto fue tramitar otros parques eólicos en La Rioja, de los que formaban parte algunos de los miembros de la sociedad del de Torremontalbo, sin que él tuviera nada que ver en este proyecto.
«Yo he conocido al señor Muñoz por la prensa y, por desgracia, en esta situación», ha recalcado este acusado, quien también ha dicho que el objetivo de los implicados en este caso, salvo el exconsejero y su esposa, era «sacar dinero para extorsionar» al político, quien, en su declaración de ayer, negó que fuera el promotor o el ideólogo de la empresa que impulsó el proyecto en Torremontalbo.






