La CPAR acusa a funcionarios y responsables de Logroño de desidia y dejadez y estudia poner denuncias
Feli Agustín / Logroño
«Vuelva usted mañana». El secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), Juan Ramón Liébana, ha recordado este miércoles la conocida expresión acuñada por Mariano José de Larra en 1833 para denunciar «la perniciosa desidia funcionarial» para ejemplificar, según ha denunciado, el mal funcionamiento del Ayuntamiento de Logroño.
Tanto funcionarios como responsables políticos, «incapaces de hacer que estos atiendan sus obligaciones», han sido objeto este miércoles de la acerada crítica del representante de los constructores, que les ha acusado de actuar con desidia y dejadez y tener prácticamente paralizados los servicios municipales de Urbanismo, Licencias de obras y actividad, Movilidad y Tesorería.
Para justificar esta paralización, muy notable desde finales de 2017 y en el inicio de 2018, «que ha sido catastrófico», Liébana ha señalado que las empresas tardan cinco meses en obtener una licencia para poner un andamio o hay obras paradas durante seis u ocho meses porque no se autoriza el montaje de la grúa.
«La dejadez» de los funcionarios de urbanismo le ha merecido atención específica al representante de la CPAR, quien ha denunciado que se tardan más de cuatro meses en tramitar una modificación del Plan General, «para que luego venga otra unidad administrativa y ponga mil y un reparos que devuelva el trabajo y el dinero invertido por las empresas al punto de inicio».
Como consecuencia de «la práctica paralización del urbanismo» Logroño está perdiendo atractivo para inversiones externas y dificulta el desarrollo de las ya instalados, «con la consiguiente pérdida de empleos ante la imposibilidad de poder ejecutar nuevos proyectos de rehabilitación u obra nueva», según Liébana.
Este «desastre» hace incurrir a las empresas en retrasos y por consiguiente en responsabilidades frente a clientes, trabajadores y proveedores, afirmó el secretario de la CPAR, quien aseguró que de esta situación de «desidia» ya han sido informados tanto la alcaldesa, Cuca Gamarra, como el responsable de urbanismo, Pedro Sáenz Rojo, de quienes solo han obtenido respuestas vagas.
Por ello, y ante «la inactividad» del Ayuntamiento de Logroño, la CPAR estudiará vías legales para denunciar a funcionarios o responsables municipales por responsabilidad patrimonial por mal funcionamiento de la administración.
El Ayuntamiento responde
El Ayuntamiento de Logroño se ha defendido de las críticas de la CPAR a través de su portavoz, Miguel Sáinz, quien ha reconocido, también este miércoles, que está pendiente la resolución de varias licencias de obras debido a la «importante novedad» legislativa, un Real Decreto de reciente aprobación, que está retrasando el trámite.
Según el concejal portavoz, la nueva norma urbanística exige el informe positivo de la Agencia Española de Seguridad Aérea para instalar cualquier grúa en Logroño. «Estamos hablando de las servidumbres radioeléctricas del aeropuerto de Agoncillo, la línea de aproximación de los aviones implica la necesidad de adoptar ciertas medidas para no interferir en las comunicaciones de la torre de control», lo que obliga a obtener estos permisos del Ministerio de Fomento», ha explicado.
Según ha informado Sáinz, quien confía en «estabilizar» la situación en unas semanas, el Ayuntamiento lleva tiempo «agilizando» los informes y buscando una solución alternativa para no pedir un permiso individual cada vez que se inicie una obra, sino lograr una autorización genérica «debido al escaso tráfico que tiene el aeropuerto de Agoncillo y su nula incidencia en Logroño».
«Es posible que la CPAR no lo hayan tomado en consideración», ha especulado el concejal, que entiende que, ante esta nueva situación legislativa, «no ha lugar a pedir responsabilidades municipales», al tiempo que ha calificado como «excesivo» el anuncio de los constructores de estudiar medidas legales ante un tema puntal «en vías de resolverse». Eso sí, ha reconocido que esta situación es posible que acarree retrasos a otras unidades municipales y ha concedido que ha habido ventanillas sin servicio «puntualmente» durante Navidad, como consecuencia «de bajas acumuladas», pero el resto funciona con «normalidad».






