La Casa de las Letras comenzará a levantarse en primavera
Feli Agustín / Logroño
Año y medio después de que se viniera abajo, el antiguo edificio del González Gallarza volverá a enterrar sus cimientos en el suelo del parque, esta vez no como colegio, sino como una dotación destinada a promover la lectura.
La Junta de Gobierno local ha aprobado este miércoles el proyecto y licitación por 2,6 millones de euros de las obras de construcción de un inmueble que en estos 18 meses ha cambiado de nombre y ha pasado de denominarse Casa del Cuento a Casa de Las Letras para hacer realidad, según ha dicho el concejal portavoz, Miguel Sáinz, «un edificio multiusos que será uno de los principales referentes culturales y educativos» del centro de Logroño.
Con un plazo de ejecución estimado de entre 15 y 18 meses, la actuación no es previsible que se inicie antes de primavera, -dos años después de que las máquinas entraran por primera vez en el terreno-, dilación que ha visto acusada por los problemas que surgieron tras el derrumbe, ya que se barajó la posibilidad de mediante un modificado de obra continuar con el contrato y reanudar los trabajos, pero diversas áreas municipales constataron que dicho modificado de obra no era viable «porque afectaba a a las condiciones esenciales del contrato inicial».
En este periodo no solo ha cambiado el nombre del edificio sino que la presión de Ciudadanos, el único grupo, por otra parte, que ha apoyado siempre la intervención, ha modificado ligeramente el concepto del proyecto, ampliando el espectro de sus usuarios para convertirlo en un espacio multigeneracional que dé cabida a niños y mayores con servicios y herramientas que promocionarán la lectura entre todas la población.
La obra
El proyecto se contempla en una parcela de uso dotacional público escolar cultural, con una superficie de 475 metros cuadrados y una edificabilidad de baja más dos, a lo que hay que añadir una planta semisótano y otra bajo cubierta.
Mantiene el concepto del proyecto que se redactó en 2015 para la Casa del Cuento, pero partiendo del vaciado del edificio tras el derrumbe ocurrido en febrero de 2017 que respetó la delimitación de los sillares originales del edificio de Quintín Bello.
El acceso principal se situaría en la cara norte, frente a la calle Pérez Galdós, y se contempla un nuevo acceso diferenciado desde el centro del parque que permitirá usos diferenciados según horarios.
El edificio se plantea en una forma prácticamente cuadrada -16,45 metros de frente por 16,20 metros de profundidad-, las plantas baja, primera y segunda son las superficies donde se desarrollarán los usos públicos, dejando el semisótano y la bajo cubierta como espacios reservados a servicios internos.
Además de la construcción del edificio de la Casa de las Letras. el proyecto contempla la instalación del grupo escultórico Jardín de la Vía Láctea y la urbanización del espacio circundante para su integración con el resto del parque Gallarza.
Escultura y jardín
Además de la construcción del edificio de la Casa de las Letras, el proyecto contempla la instalación del grupo escultórico Jardín de la Vía Láctea y la urbanización del espacio circundante para su integración con el resto del parque Gallarza.
Se mantiene el uso principal del fomento de la lectura para los niños entre 6 y 14 años, y se han introducido nuevos conceptos, como la habilitación de puntos de encuentro intergeneracionales (abuelos-padres-hijos) en el ámbito lector, donde jugarán un papel importante los nuevos medios digitales y el uso de las nuevas tecnologías.
Además, se contempla la posibilidad de combinar servicios clásicos de un punto bibliotecario, por lo que se prevé la participación de un público muy variado, como asociaciones o colegios.
Este inmueble data de 1914 y es obra del arquitecto Quintín Bello, que lo diseñó como casa de campo de la familia Herreros de Tejada. Desde 1956 es un parque público y la casa ha albergado diversos usos, siendo el último centro de educación infantil desde 1974 hasta 2012






