Un emblema para Logroño
Efe / Logroño
La alcaldesa, Cuca Gamarra, afirmó el miércoles que el Monumento al Labrador es una de las señas de identidad de Logroño y representa «la lucha y el esfuerzo de los agricultores y de los logroñeses» además «del amor por el trabajo bien hecho». La regidora municipal hizo estas declaraciones en el homenaje a la figura de ‘El labrador’, obra del hispano-chileno Alejandro Rubio Dalmati, de cuya inauguración se cumple medio siglo.
En el acto participó el escultor Alejandro Narvaiza Rubio, sobrino de Rubio Dalmati, que trabajó en la creación de esta estatua de casi 3 metros de altura. La alcaldesa le entregó una fotografía del día de la inauguración. La estatua al labrador, una de las primeras que se hacían como homenaje a los agricultores, fue inaugurada el 21 de septiembre de 1967, con asistencia de autoridades locales, el cónsul de Chile y el general Eduardo González Gallarza.
El sobrino del autor recordó que la estatua fue un encargo del alcalde de entonces que, inicialmente pidió una estatua dedicada a Franco. Rubio Dalmati se negó y pidió que fuera en honor a trabajadores, mecánicos, operarios o agricultores «y esa fue la opción que le gustó al alcalde», recordó Narvaiza Rubio. Relató que fue una construcción «ardua» que pasó por situaciones complicadas, entre ellas un pequeño terremoto la noche anterior a la inauguración.
La alcaldesa dijo que esta estatua «es una de las imágenes más emblemáticas de Logroño, que recoge un homenaje a la perseverancia de nuestras gentes». «Es un verdadero orgullo para nuestra ciudad haber tenido entre nosotros a un escultor de la talla de Alejandro Rubio Dalmati quien, junto a su sobrino Alejandro Narvaiza, ha dejado huella de su obra por diferentes rincones de Logroño y de toda La Rioja», concluyó Gamarra.






