Hacer de la defensa virtud
Está claro que todos los aficionados de la UDL quisieran contar con el ataque del Racing (18 goles), el más prolífico de la categoría o, en su defecto, acercarse a las cifras anotadoras de Oviedo B y Mirandés, segundo y tercer equipo más realizador de toda la Segunda B con 17 tantos cada uno pero, en ausencia de inspiración ofensiva, el equipo de Sergio Rodríguez ha basado su reacción clasificatoria desde la zaga.
Desde que Goñi, con un bonito escorzo a centro de Rodrigo, batiera a Miguel, allá por el 23 de septiembre, nadie ha conseguido superar al capitán blanquirrojo. De hecho, el último gol encajado por la UDL llegó en el minuto noventa y tantos, de penalti y en la Copa, por lo que, a efectos ligueros, la portería blanquirroja lleva un mes inmaculada.
Con 5 tantos recibidos (el primero ante el Barakaldo; después llegaron dos del Sporting B y los dos últimos en Calahorra), la UDL cuenta con una de las mejores defensas no ya del grupo sino de la categoría.
Con la premisa del ‘no pasarán’, el equipo logroñés ha sumado diez de los últimos 12 puntos en juego, con victorias mínimas ante Real Unión, Tudelano y Gimnástica de Torrelavega, rivales a los que hay que ganar para aspirar al ‘play off’, y empate sin goles en Lezama.
En el grupo II sólo el Barakaldo presenta mejores cifras que los de Sergio Rodríguez, razón que explica la extraordinaria marcha de los fabriles que suman 20 puntos a favor, con 10 goles anotados y sólo cuatro recibidos (Oviedo B, UDL, Mirandés y Racing han sido los únicos capaces de superar el entramado defensivo de Larrazabal).
Los mejores números absolutos en defensa los posee la Ponferradina, que lidera el grupo I con 21 puntos, fruto de sus 12 goles a favor y sólo dos en contra.
En eficacia defensiva, ya en el grupo IV, sólo el Murcia y el Talavera mejoran los números de una UDL que ha encajado los mismos tantos que Fuenlabrada, Las Palmas Atlético, Hércules (líder del grupo III), San Fernando y Recreativo. Eso sí, todos ellos, salvo el filial insular, ocupan o acechan posiciciones de privilegio porque acompañan su impermeabilidad defensiva con una cierta inspiración ofensiva, la que le falta, por ahora, a una UDLque ha optado por armarse atrás para cerrar su crisis.






