Fuenmayor invita a disfrutar
Captar la atención de miles de visitantes año tras año durante casi tres décadas no es fácil. Fuenmayor lo ha conseguido con su Feria Artesanía y Vino, que este fin de semana alcanza su 28 edición en plena forma. Y es que no es sencillo encontrar una oferta de ocio igual, que permita disfrutar durante tres días con visitas guiadas a siete bodegas, ir de pinchos en una ruta de 11 bares y restaurantes, degustar vinos de 14 etiquetas diferentes, curiosear y comprar un sinfín de productos artesanos en 37 puestos llegados de toda La Rioja y de otras regiones, degustar paella (sábado) o chorizo al clarete (domingo a las 12,30 horas), admirar la maestría de las encajeras manejando los bolillos o el trabajo paciente de alfareros y canteros o asistir a un concierto, todo ello en un escenario como el casco urbano de Fuenmayor, que invita a callejear.
La localidad encara este fin de semana (viernes, sábado y domingo) una nueva edición de una feria que «demuestra su madurez», como explica la concejala responsable del área de Hacienda, Desarrollo Económico y Turismo, Mar Cotelo, que pone de relieve la consolidación de esta cita, que ha ido mejorando y creciendo.
Fuenmayor es bien conocido por sus vinos y bodegas. Pero la feria no es solo vino. El programa arranca a las 20 horas de este viernes con una ruta de pinchos, en la que 11 establecimientos ponen durante los tres días lo mejor de su buen hacer culinario sobre sus barras (1,5 euros por tapa) para hacer irresistible una ronda por el pueblo. Para los hosteleros, la prueba tiene el alicente también de ganar el premio, que otorga un jurado a la tapa más exquisita y original.
El sábado, el visitante podrá conocer por dentro alguna de las siete bodegas que abren sus puertas al público y probar sus caldos, en un programa de visitas guiadas.
También es un día para ver de cerca los trabajos tan laboriosos de las encajeras, con más de 200 participantes llegadas de distintos lugares en un encuentro que se desarrollará de 10,30 a 14 horas.
Habrá también un taller sobre vino dirigido al público infantil y una cata de vino para adultos, dirigida por el sommelier del restaurante La Vieja Bodega, Sergio Mújico, y un concierto de un grupo tributo a Extremoduro (00,00 horas) para cerrar la jornada a todo ritmo.
La jornada del domingo ofrece dos platos fuertes: Los expositores de 14 bodegas ponen a prueba los paladares de quienes quieran catar sus vinos, mientras los admiradores del valor de los productos elaborados a mano pueden darse una vuelta por los puestos artesanos y comprar desde respostería a anchoas del Cantábrico, pasando por embutidos, fardelejos, helados, mermeladas y quesos, ropa, complementos, productos de cuero y madera y un largo etcétera. Los niños podrán probar sus dotes como alfareros o canteros, en sendos talleres a las 11,30 horas. La música amenizará la jornada del domingo, con el grupo Rockalean (13 h.).
«Es una feria para familias, grupos de amigos y todo tipo de público que quiera disfrutar en Fuenmayor durante todo el fin de semana», afirma Mar Cotelo, que destaca la cantidad de atractivos que ofrece, a pocos kilómetros de Logroño y con buena comunicación.
Implicar a todo el pueblo
En la preparación de la Feria, el Ayuntamiento busca la complicidad de todo el pueblo. Desde los hosteleros, con su ruta de pinchos, a las bodegas, que se abren al enoturismo, la colaboración de toda la villa es vital, como remarca la concejala, que resalta otra particularidad: La vertiente solidaria e integradora de la Feria, ya que en ella instalan sus puestos entidades como ASPREM, el Centro de Atención de Personas con Discapacidad Psíquica (CAPDP), la Asociación Contra el Cáncer en La Rioja, que realiza una cuestación, y este año, como novedad, la asociación ARPA de personas con autismo.






