Fisioterapia contra el coronavirus
Carmen Sánchez / Logroño
El coronavirus es una enfermedad desconocida que ha llegado a poner en jaque la capacidad de nuestro sistema de salud y sobre la que ha habido que aprender a marchas forzadas. La sintomatología la tenemos interiorizada como un mantra pero las complicaciones que genera en los pacientes son numerosas y variadas entre un enfermo y otro, pudiendo llegar a provocar en muy poco tiempo un importante daño físico en los pacientes que presentan cuadros clínicos de mayor gravedad.
Una de las terapias a las que los profesionales sanitarios han recurrido para mejorar y agilizar la recuperación de este tipo de pacientes es a la fisioterapia respiratoria que, si bien, el beneficio “es muy limitado” en enfermos que presentan “una neumonía intersticial que produce tos seca”, en casos “menos frecuentes” que presentan una sintomatología relacionada con la “tos productiva, hipersecreción bronquial o dificultad para eliminar la secreciones” la aplicación de estas técnicas les produce un “mayor beneficio”, según explica el jefe del Servicio de Rehabilitación, Honorio Marín.
Por ello, el Servicio de Rehabilitación del Servicio Riojano de Salud (SERIS) ha puesto en marcha un protocolo de actuación en el paciente con coronavirus. Su responsable reconoce que el principal factor que se han encontrado es el “desconocimiento”, ya que se trata de una enfermedad nueva que no afecta por igual a todo el mundo.
“Lo que más nos ha sorprendido es la capacidad que tiene esta enfermedad para, en los casos graves, producir en muy poco tiempo un gran desacondicionamiento físico”, afirma Marín, que suele comportarse como una neumonía intersticial grave, que puede conducir a la insuficiencia respiratoria.
No obstante, señala que la mayor parte de los pacientes presentan una sintomatología más leve, como es cansancio, tos seca y fiebre, sin descartar la posibilidad de que se den otros síntomas respiratorios como congestión nasal o dolor de garganta.
El tratamiento
Así, el tratamiento en pacientes de gravedad se centra en trabajar la recuperación motora, en mejorar la capacidad muscular y en la readaptación a la actividad física, que, en caso necesario “se añaden las técnicas de fisioterapia respiratoria”, explica Marín.
Pero, ¿cuándo y cómo se interviene con este tipo de pacientes? Es el médico rehabilitador el que valora si el paciente puede inicar el proceso de recuperación. En caso de que esté en condiciones de iniciar el programa rehabilitador es el fisioterapeuta el que acude a la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) para iniciar el tratamiento que continúa de forma ininterrumpida cuando es trasladado a planta. “Todo ello con los equipos de protección que son imprescindibles para la atención a este tipo de pacientes”, subraya Marín.
“La atención no se ha suspendido en ningún momento”
El funcionamiento de todos los servicios sanitarios del SERIS se han visto alterados con la irrupción de la pandemia, incluído el Servicio de Rehabilitación, que gestiona las unidades de Rehabilitación General, de Ictus Cerebral, Infantil y Atención Temprana, Linfedema y Suelo Pélvico.
Al igual que ha ocurrido con Atención Primaria, se ha sustituido la atención presencial por la telefónica, salvo en casos de pacientes ingresados en el Hospital San Pedro, que se ha mantenido y “no se ha suspendido en ningún momento”.
Los pacientes que son atendidos telefónicamente por los profesionales de rehabilitación reciben consejos y ejercicios para realizar en el domicilio.
“En muchas ocasiones, los pacientes, más que los propios consejos, lo que más agradecen es la propia llamada en sí, y que a pesar de las difíciles circunstancias en las que nos encontramos, seguimos pendientes de ellos”, reconoce Marín.
Restablecer el servicio que se venía prestando antes de la crisis será “complejo”, según Marín, quien precisa que “el servicio de rehabilitación atiende de forma diaria a un gran número de pacientes en espacios con una amplitud limitada y en la mayoría de los casos con unas intervenciones conun contacto físico continuado y de forma dinámica prácticamente cara a cara con el paciente”.
“La vuelta a la actividad en los gimnasios de rehabilitación es un proceso complejo, que requiere conjugar la adecuada atención a la demanda asistencial, con la seguridad tanto de los profesionales como de los pacientes”, subraya.
Recolocación del personal
Con los cambios introducidos, los profesionales sanitarios de Rehabilitación han asumido otras funciones determinadas por la dirección del hospital, a excepción de aquellos necesarios para mantener el servicio.
Los médicos rehabilitadores están atendiendo a los pacientes con coronavirus o prestando apoyo en el servicio de urgencias, mientras que fisioterapeutas o logopedas están atendiendo el servicio telefónico de Salud Responde y el servicio de ademisión en la citación de las pruebas a todo el personal sanitario
Por su parte, las auxiliares de enfermería y celadores han sido redistribuidos por distintas áreas asistenciales del hospital.
Solo los fisioterapeutas y auxiliares de los centros de salud permanecen en sus centros de trabajo habitual.
El Servicio de Rehabilitación lo integran 53 profesionales sanitarios, de los que ocho son médicos rehabilitadores, 41 fisioterapeutas, tres logopedas y un terapeuta ocupacional.






