Bárbara Moreno / Logroño
La feria de oportunidades más esperada por los logroñeses, Logrostock, ya ha abierto sus puertas en El Espolón y quizás con más afluencia de gente en su primer día de apertura. 152 comerciantes participan en esta XVI edición donde hay un total de 204 puestos con productos de hasta 33 sectores.
La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno de La Rioja, Leonor González Menorca, y el presidente de la Cámara de Comercio de La Rioja, José María Ruiz-Alejos han inaugurado este viernes por la mañana la feria, y han contado con la compañía de trabajadores del Ayuntamiento de Logroño que con sus camisetas y gorras amarillas portaban carteles en los que se leía ‘Alcaldesa paga lo que debes’, ‘No pedimos aumento de sueldo, pedimos que nos paguen lo que nos deben’, entre otros.
Alejos ha considerado que ésta era una feria muy necesaria para el comercio que hace ciudad, y destacó que lo que se venden son productos de calidad, y que no son restos de otra temporada, sino de lo que se ha vendido en esta.
La consejera ha apuntado que el comercio es clave «para hacer ciudad y traer visitantes». Ha destacado que el año pasado el comercio tuvo una evolución positiva con un crecimiento de un 2,5%. «Y es un sector clave para la economía riojana, que supone el 17,5% del PIB». La Ader dedicó el año pasado 1,3 millones de euros en ayudas al comercio.
Por su parte, la alcaldesa ha destacado que este año los comerciantes costean más la feria (llegan al 50%). Ha ponderado que este es uno de los sectores estratégicos de la ciudad competitivo, innovador y muy profesional. Y ha considerado que Logrostock se ha consolidado «como la feria de oportunidades del norte de España». También se ha referido al Observatorio del Comercio que se va a crear «para que el comercio de hoy sea un comercio de mañana».
Niños y complementos
Como cada año, los expositores de ropa de niños y complementos han sido los más solicitados. No muy atrás quedaban los de ropa, deporte o menaje del hogar. Pero es que se podía encontrar de todo, desde antigüedades, hasta libros, motos, gafas, textil, telas al corte, colonias, almohadas, mercería o maquinaria agrícola.
Los viernes suele ser el día que más compradores hay, especificaban algunos comerciantes, y este viernes si cabe había comenzado más fuerte. Quizás tenga que ver algo el tiempo y el pronóstico que anunciaba para el fin de semana lluvias, «y por si acaso, el viernes han aprovechado», comentaban.
