Acompañada por Iva Pejkovic (Belgrado, 1984), que arrancará su séptima temporada en Logroño, el Minis de Arluy ha presentado a la canadiense Vicky Savard (La Jonquière, 1993), la segunda jugadora norteamericana a las órdenes de Juan Diego esta campaña.
Al contrario que Ashley Evans, venida de Cincinnati, unas millas al sur de Ottawa, lugar de residencia de la receptora quebecquois, Savard aún no se maneja en castellano aunque tiene por delante nueve meses para instruirse.
Se muestra contenta de su acogida «en la ciudad y en el equipo», al tiempo que reconoce el «nivel exigente» de los entrenamientos predispuestos por el técnico onubense del Minis.
La Superliga Femenina será su tercera experiencia europea después de militar (2015-16) en el Askö Linz-Steg austríaco y el Hämeenlinna finlandés, donde ha jugado las dos últimas temporadas. Su maleta no está huérfana de títulos después de que su etapa en la Universidad de Montreal se saldase con un tercer puesto en el Nacional, a los que se agrega la Copa y la Liga conquistadas en Finlandia. Eso sí, anticipa que el nivel de la Superliga «es más alto».
En Logroño asume que «la exigencia es máxima» y que todo lo que no sea revalidar el triplete será una decepción «pero por eso estamos trabajando al máximo», apunta satisfecha con la buena mezcla entre juventud y veteranía que impera en el vestuario logroñés.
A su lado compareció Iva Pejkovic, la central serbia, una de las referencias del conjunto riojano, que ha acompañado al Voley Logroño en estos años de crecimiento, desde su debut en la elite en Murillo hasta convertirse en la potencia hegemónica de la Superliga Femenina en los últimos años.
Pejkovic se mostró muy satisfecha con la renovación emprendida en una plantilla que aspira a revalidar la Supercopa, Superliga y Copa de la Reina, consciente, a su vez, de que cada año la competitividad es mayor.
La oportunidad para brindar por el primer título llegará a Lobete el 7 de octubre con la Supercopa.
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