El Ciudad de Logroño sumó un triunfo de prestigio ante el Granollers, el primer rival en enseñarle los rigores de la ‘nueva’ Asobal. Lo hizo con un gran partido que premió el esfuerzo de los Del Arco o Sánchez-Migallón, pero sobre todo a Javi Muñoz, cuyos diez goles acabaron con un Granollers (30-28) que, en la última acción del partido rescató el goalaverage (30-27 fue el resultado de la primera vuelta), un factor que puede decidir la quinta plaza.
Cincuenta días después, el Ciudad de Logroño regresó al 40×20 y lo hizo ofreciendo una imagen de seriedad más acorde con el primer semestre de 2017 que con el segundo. Los locales recurrieron a su perfil más voluntarioso en una noche destinada a marcar el futuro inmediato. Todos brillaron pero, el que más lo hizo en el arranque fue Javi Muñoz, que ofreció sus mejores minutos en el Palacio para frenar a un Granollers que fue incapaz de igualar a un Ciudad de Logroño espoleado por su extremo (10-5), eficaz en todas sus acciones.
Los de Jota González se manejaron con comodidad durante la primera mitad, incluso cuando Almeida se atragantó a los lanzadores riojanos. Fue el momento de mayor incertidumbre aunque el Ciudad de Logroño se aferró al oportunismo de Aginagalde para mitigar la capacidad anotadora de Bertanovic (9 goles al descanso). El capitán fue determinante con dos paradas que evitaron la igualada vallesana. A la contra, se restableció la distancia (15-13) en un encuentro que reconciliaba al Ciudad de Logroño con la versión solvente de antaño.
Tras el paso por vestuarios, el Granollers apretó la contienda, con Bernatonis superando una y otra vez a Agingalde (17-16). La contundencia de Del Arco aplazó el empate. El Logroño superó el momento más delicado, estiró su ventaja (21-17), aunque no supo cómo contener al lateral vallesano, que sumó cinco tantos más a su repertorio anotador. La contienda se apretó y fue entonces cuando los de Jota González encontraron a Javi Muñoz como faro. El extremo ‘neutralizó’ el efecto Bernatonis y el Ciudad de Logroño se aseguró un triunfo que, con mucho sufrimiento, le acerca a Europa. Aunque queda mucho trabajo por hacer.
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