«Esta canción no es nuestra, es de la gente»
Feli Agustín / Logroño
«No puedo decir otra cosa; ha sido para mi uno de los momentos más emocionantes que he vivido en los últimos años». José Manuel Calzada, autor de la letra del himno a Logroño, -ese es el título original, aunque hasta la alcaldesa cambia la preposición para convertir el tema en himno de Logroño- confiesa que oírla cantar a 40.000 personas en la plaza del Ayuntamiento, contemplar como «se identifican con un sentimiento» que habían puesto sobre el papel sus autores hace 25 años «es muy hermoso».
Junto a Rafael Ibarrula, director de la escuela Musicalia y autor de la música, relata que compusieron el tema con la vocación de «que fuera de la gente y, por fin, es de la gente». «El sentimiento personal que tenemos es que esta canción ya no es nuestra, es de los logroñeses», afirman al unísono, y aseguran que su intención ha sido siempre que se convirtiera en el himno de Logroño. Ibarrula recuerda que la quema de la cuba de 1993 fue la génesis del himno, al escuchar el ‘Pobre de mí’. «Esto aquí no pega», pensó Ibarrula, que preguntó a Calzada: ¿por qué no hacemos una canción para Logroño? «José Manuel respondió: compón la música, que yo escribo la letra», y a las dos semanas «ya estábamos en ello», rememora el músico.
De abajo a arriba
Ambos, que ya habían colaborado en la composición de canciones para las actividades navideñas del colegio de Yagüe, donde acudían sus hijos, narran que su deseo siempre fue «que lo conozca la gente, que lo cante la gente, que se lo sepa la gente joven, que en los colegios lo aprendan, que lo pinchen en Las Gaunas y lo difundan los altavoces del coche de Caja Rioja».
Ibarrula rememora que la Banda municipal, bajo la dirección de Ricardo Chiavetta, lo incorporó a su repertorio, lo que amplió el conocimiento de la partitura. «Empezó a tocarla en los conciertos que ofrecían en El Espolón, se repartía la letra y la gente la iba aprendiendo», cuenta el autor de la música, que resalta que «ha ido creciendo de abajo hacia arriba».
Reconocen también el trabajo del musicólogo Alfredo Rodríguez, que «escribió la partitura para orquesta, banda o polifonía» explican los autores de un tema que no les ha reportado ni un duro, «ni lo queremos, es para que lo cante todo el mundo», subraya Calzada.
«Y nadie en Logroño se siente extranjero»
José Manuel Calzada, miembro de la plataforma Bienvenidos Refugiados, explica con pasión que ese acento que la canción pone en que ‘nadie en Logroño se siente extranjero’ es «una tarea y una afirmación; una afirmación porque es así como la gente de Logroño siente a los que vienen de fuera, y una afirmación porque hay que hacer que todo el mundo que vive de Logroño se sienta de Logroño».
Y es que como dice el periodista pensionista, «jubilado, nunca» él es palentino y logroñés, y si le dan a a elegir una de sus entidades sería incapaz de hacerlo.
De ciudadanos libres
La letra es una síntesis de la historia de la ciudad, desde lo más remoto, los Berones, Cantabria, como primer origen de la ciudad y, «en este mestizaje» de Logroño, Roma, que trae por el río su lengua y sus leyes, «y desde aquí bajan la cerámica, el vino y el trigo».
Calzada explica que Alfonso sexto es «clave», con la concesión del Fuero de Logroño en 1095, uno de los primeros de «hombres libres» de la Edad Media, que implicaba que los ciudadanos solo debían lealtad al rey. «Es un paso de gigante desde el punto de vista político y nos consagró como hombres libres», libertad que se defendió en el sitio de 1521.
La tercera estrofa se refiere al desarrollo urbanístico de la ciudad con la mención a las cuatro calles, «seña de identidad de la ciudad» que corren paralelas al río, donde se reflejan las torres de Logroño.






