En defensa de una tierra
Feli Agustín / Logroño
Entre los siglos XI y XIII, La Rioja formó parte de los reinos de Navarra y de Castilla, cuyos monarcas encauzaron el Camino de Santiago por esta tierra, trayendo los vientos que soplaban en Europa y haciendo florecer el románico. Monasterios, iglesias, ermitas… salpicaron todo el territorio, fundamentalmente la zona del río Tirón.
Bodegas Tarón, cooperativa que conforman 200 agricultores y 700 hectáreas de cuatro municipios del ámbito del río, Cuzcurrita, Sajazarra, Villaseca y Tirgo, va a estrenar este mes una ruta enoturística que potencia los dos principales valores del territorio que la acoge, la viticultura y la mejor muestra de arte románico del norte de España.
«Viticultura y románico están muy relacionados, pues quienes construyeron esas iglesias y ermitas en el siglo XII son los mismos que comenzaron a desarrollar de manera sistemática el cultivo de viñedo en La Rioja, elementos fundamentales del sentido repoblador de la época», explica el responsable de enoturismo de la bodega, Jesús Sánchez-Prieto, quien destaca que se encuentra en una zona con viñedos centenarios, la única de La Rioja en la que el románico forma un conjunto homogéneo.
Esta nueva experiencia enoturística, que combina la historia, el paisaje y la riqueza románica alrededor del mundo del vino, se enmarca dentro de la filosofía de Tarón, que entiende que «su punto fuerte» no es la bodega, sino lo que puede aportar al territorio, que es su «responsabilidad y obligación» defender.
El antropólogo Luis Vicente Elías, que pronunció el miércoles una conferencia durante la presentación oficial de la iniciativa en Logroño, destacó que es fruto de un colectivo y no de un apellido. «Hay que transmitir al visitante que hay 200 socios que viven es este entorno, que han mantenido una forma de trabajar, que ofrecen sencillez, sinceridad y un conjunto de valores anteriores al románico, que es la guinda patrimonial», resaltó Elías, que incide en la importancia de concienciar a la población de que se trata de un territorio singular . «No se va a ver bodegas, se va a conocer un territorio, su historia, sus valores, a la gente que está trabajando en unos viñedos», reiteró.
Las visitas
Comenzarán a lo largo de este mes y se desarrollarán todos los fines de semana del año -viernes incluidos- siempre que el tiempo lo permita. Se han diseñado dos rutas que, en principio, se recorrerán en semanas alternas; una al norte, en la que se conocen las iglesias de Villaseca, Castilseco y Sajazarra;y otra al sur, en las que se visitan la iglesia de El Salvador de Tirgo, y la ermita de Nuestra Señora de Sorejana de Cuzcurrita.
La experiencia incluye también visitas a las bodegas, los viñedos, cata y picnic.






