La empresa familiar genera más del 76% de los empleos en La Rioja
Feli Agustín / Logroño
Según la definición de dos entidades europeas, una empresa familiar es aquella en la que la mayoría de las acciones está en manos de un núcleo familiar y, al menos, un representante del mismo participa en su gestión. Sobre estos conceptos, el número de empresas de este tipo supone más de 84% del tejido productivo riojano, aunque solo el 5% de ellas está considerada como grande. Con el objetivo de conocer la realidad de estas compañías en La Rioja, la asociación que las reúne, AREF, ha realizado un pormenorizado estudio, recogido en una publicación, donde, con el hilo conductor de la historia de una compañía de este tipo, los datos se intercalan con los relatos de responsables de empresas como Barpimo, Grafometal o Martínez Somalo.
Dos de sus representantes, Santiago Vivanco y Arturo San Juan, de Arluy, presentaron ayer las conclusiones recogidas en la publicación, fruto de un estudio realizado por Juan Carlos Ayala, director de la Cátedra de la Empresa Familiar de la Universidad de La Rioja; y que ha contado con el apoyo de Caja Rural de Navarra.
Ayala detalló la metodología utilizada -se ha elegido empresas familiares con más de 10 trabajadores, una facturación superior a dos millones de euros y con forma jurídica de sociedad anónima o limitada-, de las que hay 654 en La Rioja, y se han comparado con las compañías de las mismas características que no son familiares, de las que hay 121 en la comunidad.
De esta manera, la primera conclusión que arroja el estudio es que las empresas familiares multiplican por 5 a las no familiares, lo que viene a demostrar «su importancia en el tejido productivo riojano», explicó Ayala, quien subrayó que su notable peso en la economía regional se refleja en que generan el 76,87% del empleo y facturan 666 millones más que las no familiares.
Una familia
Según el primer estudio de estas características realizado en La Rioja, dos tercios de estas empresas son propiedad de una única familia, aunque, a medida que la firma se expande, la propiedad se dispersa. Además, explicó el redactor del informe, «se destierra la creencia de que sobreviven menos que la no familiares», ya que su longevidad es mayor, 22,5 años frente a 19,2; no obstante, solo un 2% de ellas son centenarias o tiene más de 90 años.
Por sectores, son mayoría en todos, con la peculiaridad de que el industrial es «especialmente familiar», con gran presencia en aquellos que la economía riojana es especialista a nivel nacional, como calzado, agroalimentación y mueble. «Están presentes, y con más peso, que las no familiares por lo que no se puede afirmar que son menos innovadoras», reflexionó el profesor de la UR.
De préstamos y deudas
Según el estudio realizado por la Asociación Riojana de la Empresa Familiar (AREF), la rentabilidad de la empresa familiar es superior a la de empresas no familiares y su ratio de endeudamiento es menor (50,1% frente al 57,9%). Además, soporta costos de la deuda inferiores a los de las empresas no familiares debido a que las entidades bancarias saben que son «más estables, dependen de su reputación, y tiene la vocación de mantener el patrimonio familiar», argumentó Ayala.






